Al escribir su Apocalipsis, Juan nos hace saber que, al terminar el tiempo de los apóstoles, Jesucristo, el Señor resucitado, sigue hablando a su iglesia, y declara en el mismo prólogo su encargo de transmitir este mensaje. Y el mensaje va dirigido a 7 iglesias de la provincia romana de Asia, con su capital en Éfeso, en representación de todas las demás. En efecto, a través de la cifra 7 es la iglesia entera la que ha de sentirse afectada. Por otra parte, las iglesias mencionadas se encuentran en la ruta del correo imperial; por tanto, es fácil hacerles llegar las cartas en cuestión. |