El Apocalipsis es un libro de enseñanzas de fe dadas de una manera especial. Una de esas enseñanzas es que el Señor conduce a su Iglesia, no por un camino triunfal, sino por el camino de la cruz. Puede conocer éxitos pasajeros, pero tiene que saber que no se le ahorrarán dificultades; conocerá las burlas, la indiferencia, el fracaso aparente, la persecución, el triunfo diabólico. Pero será entonces cuando sentirá que cerca de ella está Jesús. Otra enseñanza es la victoria segura de Cristo sobre el mal, sobre esas potencias espirituales satánicas que se ocultan detrás de tantas figuras de la escena mundial. El mal está a nuestro alrededor. Por medio de toda clase de ideologías, de estados-dioses, intenta imponerse a nosotros y gobernar nuestras conciencias. Y el mal está también en nosotros mismos: la línea que divide el mal del bien pasa por nuestro corazón. Con Cristo podemos vencer.
¡Ojalá esta gran figura de Jesucristo se refleje en cada uno de los rostros de los creyentes llamados a dar testimonio de él! ¡y que su esperanza de la resurrección, su anhelo de un mundo nuevo y transfigurado, sea una espera segura y alegre! ¡Jesús viene! ¡Ya está aquí! |