Hemos dicho en la presentación de la unidad que ser religioso consiste en reconocer algo como sagrado.
Para el hombre religioso, por lo tanto, en el mundo existen cosas sagradas y cosas no sagradas. Lo que no es sagrado se llama profano.
Lo sagrado tiene estas características:
- Es lo más valioso, aquello por lo que el hombre religioso debe sacrificar cualquier otra cosa.
- No puede tratarse de cualquier manera, sino con mucho respeto y cuidado.
- Debe separarse y distinguirse de las personas y cosas que llamamos «profanas».
Encontramos en las religiones distintos signos de reconocimiento de lo sagrado. Entre ellos vamos a nombrar:
- El tabú.
- Los rituales de iniciación.
- Las experiencias de conversión.