La śltima cena, donde todo termina y donde todo comienza
La Cena: Algunos historiadores actuales sostienen que esta cena habría tenido lugar la tarde del 14 del mes de Nisán, (¿el 6 de abril del año 30?) en un lugar llamado hoy el cenáculo. La comida de la preparación de la Pascua es la comida festiva por excelencia del judaísmo. Jesús establecerá allí ciertos gestos fundadores como el lavatorio de los pies de sus discípulos: “Me llamáis maestro y señor, y decís bien, porque lo soy. Así pues, si yo, el maestro y señor os he lavado los pies, igualmente vosotros debéis lavaros los pies unos a otros” (Jn 13, 13-14).
El reparto del pan y del vino, un gesto corriente entre los judíos, reviste aquí un simbolismo excepcional. Él bendice el pan, lo parte y se lo da a sus discípulos diciendo: “Esto es mi cuerpo entregado por vosotros” (Lc 22,19). Luego hace lo mismo con la copa de vino: “Esta es mi sangre, la sangre de la Alianza que va a ser derramada por una multitud” (Mc 14,24); y Mateo añade: “por el perdón de los pecados” (Mt 26,28); y Lucas: “Haced esto en conmemoración mía” (Lc 22,19). Estos gestos llevan el germen de lo que los cristianos llaman el sacramento de la eucaristía.
Jesús sabe que va a ser traicionado por Judas (llamado el Iscariote), uno de los Doce. “Uno de vosotros me entregará”, dice; y, preocupado, dice a Judas: “lo que tienes que hacer, hazlo pronto” (Jn 13, 27). Los otros apóstoles no comprenden. “Ahora, el Hijo del Hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él” (Jn 13,31). Los apóstoles no se percatan del sentido profundo de estas palabras y aseguran a Jesús que están preparados a seguirle hasta la muerte. Les responde que no pueden seguirle a donde él va: “Yo he salido del Padre y he venido al mundo. Ahora abandono el mundo y voy hacia el Padre” (Jn 16,28). Tomás: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo conoceremos el camino?”. Jesús le responde: “Yo soy el camino, la Verdad y la Vida, nadie viene al padre sino por mí” (Jn 14, 5-6).
Entonces les dirige sus últimas recomendaciones antes de partir: ”Os doy un mandamiento nuevo: …como yo os he amado, amaos vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos…” (Jn 23, 34-35). Y también: “Os dejo mi paz, es mi paz la que os doy…” (Jn 14,27).