Se trata del mito zoroástrico que está en el origen de las principales creencias sobre el más allá de judíos, cristianos y musulmanes
El mito dice así:
- Durante tres días enteros el alma del muerto permanece junto a su cadáver, haciendo memoria de lo que ha sido su vida: el primer día recuerda todas sus palabras, el segundo día sus pensamientos y el tercero sus obras.
- Después se pesan todos sus méritos y culpas en una balanza: si los primeros pesan más va al cielo, si es al contrario al infierno y si pesan lo mismo al purgatorio.
- Tras el juicio, los muertos se dirigen al más allá, conducidos por una guía: si han sido malos, se trata de una vieja bruja; si han sido buenos, de una joven hermosa. Esta guía se identifica como la propia conciencia del muerto.
- La guía conduce a las almas hasta el puente Chinvat, que pasa sobre el infierno: para los buenos este puente se hace ancho y así pueden llegar al paraíso, para los malos se estrecha como el filo de un cuchillo, lo que les obliga a caer en el infierno.
- Al final de los tiempos, se producirá la resurrección de los cuerpos y el alma volverá a unirse con el cuerpo que dejó en la tierra; de esta forma, la persona entera (alma y cuerpo) volverá a ser juzgada.