a) La expulsión del paraíso
Según los mitos de este tipo, los hombres podríamos haber sido inmortales como los dioses, pero perdimos esa posibilidad debido a la desobediencia de un mandato divino.
- Entre los indios pies negros, se cuenta la siguiente historia: una muchacha india se levantaba temprano todos los días para ver la Estrella de la Mañana, de quien acabó enamorándose. Un día Estrella de la Mañana le salió al encuentro en forma de joven guerrero y se la llevó al Cielo, donde vivía junto con sus padres el Sol y la Luna. Una vez allí, únicamente le impusieron una prohibición: no arrancar el nabo que tapaba el agujero que comunica los dos mundos (Tierra y Cielo). Pero, como era de esperar, la curiosidad pudo más que el sentido común, la muchacha arrancó el nabo y tuvo que volver a la Tierra, llevando consigo además la muerte y la enfermedad como castigo de los dioses.
- Muy semejante es el relato bíblico del pecado original: Yahvé impone a Adán y Eva la prohibición de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Pero la serpiente tienta a Eva asegurándole que, si comen de ese árbol, serán iguales a Dios. Eva y Adán comen del árbol, por lo que pierden la inmortalidad al ser expulsados del paraíso.
b) La elección equivocada
La muerte puede también ser consecuencia de una mala elección, o un error involuntario, realizado por alguien hace mucho tiempo
Un mito indonesio explica que Dios regaló a los hombres una piedra, pero los hombres la rechazaron porque no sabían qué hacer con ella. Entonces Dios les regaló una banana y los hombres se pusieron muy contentos. Pero Dios les dijo: desde ahora ya no seréis como la piedra (inmortales), sino como la banana (que vive un tiempo y después se pudre).
c) Intervención de seres no humanos
Finalmente, también existe la posibilidad de que algún otro ser (animal, demonio, etc.) haya realizado alguna acción a consecuencia de la cual el hombre se ve privado de la inmortalidad.
- En el mito bíblico este ser sería la serpiente, celosa de que Dios hubiera hecho a los hombres inmortales (ya que, en el pensamiento primitivo, la serpiente representa precisamente la inmortalidad, interpretando los cambios de piel como una muerte seguida de renacimiento). Sin embargo, el relato bíblico pone más bien el acento en la culpa de los seres humanos, que aceptaron el consejo de la serpiente.
- En un mito australiano se cuenta que los hombres, después de morir, volvían a renacer saliendo de la tierra como plantas. Hasta que un día la urraca se lanzó contra un hombre que estaba brotando de la tierra y le impidió vivir. Desde entonces, los hombres vuelven a la tierra pero ya no salen más.