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EL REINO DE DIOS LIBERACIÓN DE TODOS LOS MALES

¿En qué consiste el reino de Dios? ¿Qué significa que Dios va a reinar? Los judíos que escuchaban a Jesús sabían muy bien a qué se estaba refiriendo cuando hablaba así; se trataba de algo que estaba metido en la entraña de todo el pueblo desde hacía varios siglos. En cambio, para nosotros, que no estamos inmersos en la cultura y en la historia del pueblo hebreo, no resulta tan claro.

Además, ni Jesús ni sus discípulos han dado una explicación explícita y completa. Jesús habla de que el reino está cerca, que hay que acogerlo como un niño, que hay que buscarlo; también lo compara con una semilla, con un tesoro, con un campo. Hay que leer las palabras y los hechos de Jesús, pero desde la perspectiva del ambiente judío de la época, para entender qué significa el reino de Dios.

Para entender el mensaje del reino hay que remontarse a la historia de Israel. Los acontecimientos gloriosos del pueblo elegido habían culminado en la salida de Egipto, por la cual los hebreos se vieron libres de la opresión faraónica, y el reinado de David, que supuso prosperidad, justicia y paz para todos. Después vino una serie de calamidades y desastres que abatieron al pueblo y lo sumieron en la mayor desesperanza. Desde entonces Israel añoraba la época del rey David, que la lejanía había idealizado, y soñaba con un futuro en el que Dios sería rey de Israel. Eso sucedería cuando llegara el Mesías.

La esperanza de Israel, que tantas veces se ha llamado mesianismo, nos ayuda a comprender lo que era para ellos el reino de Dios.

Y ¿qué era lo que el pueblo esperaba para cuando llegara el Mesías y Dios fuera de verdad rey de Israel y todos los pueblos reconocieran su soberanía? Pues que se verían libres de todos los males y podrían colmar todos sus anhelos humanos. No todos los grupos judíos se imaginaban el reino de Dios de la misma manera. Pero sí soñaban con una época paradisíaca, en la cual no fueran palabras vacías la justicia, el amor y la paz.

Para decirlo de manera más asequible: el reino de Dios no es ninguna forma de gobierno político, sino la realización plena del hombre con que sueña la humanidad. El hombre, finito y menesteroso, acosado por múltiples males, sueña con la total liberación: los enfermos quieren recuperar la salud, los presos anhelan la libertad, ansían el pan los que tienen hambre, los que viven en guerra suspiran por la paz.

En una palabra, el reino de Dios es un cambio total del mundo, una forma insospechada de comunidad humana, un triunfo de los valores de Dios. El reino de Dios es la suma de todos los bienes que los hombres acarician. El reino de Dios es la maravillosa utopía de una humanidad ideal, la que siempre soñaron todos los oprimidos y cantaron con temblor lírico los profetas de Israel.