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JESÚS CAMINO DE JERUSALEN, HACIA LA MUERTE

Jerusalén es el destino de los profetas que han muerto por denunciar las infidelidades y crímenes del pueblo. En un momento crucial de su vida Jesús decide abandonar Galilea y subir a Jerusalén. Su mensaje ha sido rechaza­do por las autoridades del pueblo, que le acu­san de estar fuera de la ley. 

Sus constantes enfrentamientos con las au­toridades provocaron el temor de las gentes que ya no le buscaban como antes; las espe­ranzas que había suscitado se desvanecen. Los que veían en él a un libertador político le de­jan ante su actitud no violenta. Muchos segui­dores le abandonan ante las exigencias de su mensaje. Incluso sus mismos discípulos están tentados a abandonarle. 

Jesús cuenta con una muerte violenta. Ca­mino de Jerusalén prepara a sus discípulos pa­ra la prueba final: les anuncia su pasión y muerte; pero los discípulos se resisten a com­prender. Después de la muerte recordarán lo que Jesús les había dicho antes de morir: que el Hijo del Hombre tenía que padecer para entrar en su gloria (Lc 24, 26).

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