EL ENVIADO DE DIOS
Los evangelistas Mateo y Lucas comienzan sus evangelios revelando el origen divino de Jesús: Dios interviene por medio de su Espíritu en la concepción de Jesús (Lc 1, 26-38). Jesús es hijo de María e hijo de Dios. El Evangelio narra las circunstancias que acompañaron su nacimiento: por un lado, señales de pobreza terrena; por otro lado, signos celestiales (Lc 2, 1-7). A través de estas circunstancias, el Evangelio quiere mostrarnos el origen humano y divino de Jesús. Basada en el Evangelio, la Iglesia proclama su fe en Jesús: "Concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen." Jesús fue enviado por Dios para salvar el mundo. Pero antes de comenzar su misión públicamente, pasó su infancia y juventud en Nazaret, viviendo de una forma familiar y sencilla: "Crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres" (Lc 2,52). |