El reino de Dios: la misericordia y la conversión:
- El reino de Dios como oferta de gracia
- Las parábolas de la misericordia
- Los gestos perdonadores de Jesús
- La llamada a la renovación
- Características de la conversión
La llamada a la renovación
El proyecto de una sociedad nueva, que es lo que intenta construir el reino, sólo es posible lograrlo si al perdón gratuito de Dios se añade la conversión del hombre. Por eso el resumen de las predicaciones de Jesús anuncia a la vez la cercanía del reino y la llamada a la conversión: "el reino de Dios está cerca; convertíos y creed el evangelio". Lo que Jesús busca es el nacimiento de un mundo nuevo, en el que sea posible el sueño de la justicia y la fraternidad. y sólo unos hombres nuevos, que estaban rotos por el pecado, pero que Dios ha reconstruido por dentro, son capaces de crear ese universo renovado que todo el mundo anhela. Por un lado, es -Dios el que transforma al hombre, le arranca el corazón de piedra y le infunde un corazón de carne; eso es la gracia del perdón. Pero a esta oferta divina debe responder el hombre con su voluntad de conversión.
Para que esta conversión sea posible Jesús, enlazando su pensamiento con los grandes profetas de Israel, denuncia los pecados del pueblo. El Mesías fustiga los abusos del templo convertido en tienda de mercaderes, desautoriza las costumbres laxistas introducidas con la ley del divorcio, protesta contra las corruptelas que han falseado el sentido originario del sábado. Son terribles sus invectivas contra el escándalo y los toques de atención a los ricos y poderosos. No se cruza de brazos ante los atropellos ni guarda silencio antes las injusticias que oprimen al hombre. El capítulo 23 de Mateo ha reunido las denuncias que hace Jesús del comportamiento fariseo; esta acerada requisitoria sirve para medir hasta dónde llega la actitud profética de Jesús, que denuncia el pecado y llama a la conversión.