LOS MILAGROS DE JESÚS

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A qué llamamos milagro

La palabra "milagro" es polivalente; tiene muchas acepciones en los diccionarios de nuestra lengua y en la conversación ordinaria. Para convencernos de esta amplitud semántica que encierra el término "milagro" basta escuchar algunas expresiones de uso corriente: "vivimos de milagro", "me salvé de puro milagro", "esa mujer hace milagros con el sueldo", "esta chica es un milagro de bondad", etcétera.

En este sentido vulgar y corriente llamamos milagro a cualquier cosa maravillosa o extraordinaria. Es decir, a todo aquello que, dentro de su carácter insólito, ocurre de manera inesperada y produce una sensación de asombro y extrañeza. Por ejemplo, cuando hablamos del "milagro alemán" para calificar un resurgimiento económico que, dadas las condiciones de que se partía, parecía imposible.

Algunos diccionarios definen el milagro como un "suceso que ocurre al margen o en contra de las leyes de la naturaleza". Este concepto no resulta del todo válido y encierra mucha ambigüedad. Porque, ¿quién puede saber hasta dónde llegan las posibilidades de la naturaleza?

Nosotros nos referimos a los milagros en el marco de un contexto claramente religioso. Por eso debemos acudir al concepto que la Sagrada Escritura propone sobre los milagros. Lo primero que se encuentra en la Biblia, al referirse a esos fenómenos que llamamos milagros, es una terminología muy variada: signos, prodigios, maravillas, fuerzas, obras. El pensamiento bíblico nunca sitúa estos hechos en relación con las fuerzas o leyes de la naturaleza; el autor bíblico era un hombre religioso y, en consecuencia, habla de los milagros en clave de fe religiosa.

En los milagros referidos en la Biblia hay dos elementos constantes. Uno es lo que el hecho tiene de extraordinario, sorprendente y maravilloso; es algo que suscita la admiración y provoca sobrecogimiento. El segundo componente que caracteriza los milagros es su carácter interpelante y significativo; son una llamada de Dios, una palabra divina, una invitación al diálogo. Los milagros son signos y mensajes.

 

 

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