LOS MILAGROS DE JESÚS

ÍNDICE:

« Anterior | Siguiente »

 

La mentalidad actual sobre los milagros

En la actualidad se sigue hablando de milagros. De cuando en cuando nos llega la noticia de alguna curación milagrosa realizada en el santuario mariano de Lourdes. Todos sabemos que, para poder canonizar a un santo, se exige que se haya hecho algún milagro por intercesión suya. y no es raro que, entre los cristianos carismáticos, que se juntan para orar, haya algunos que han recibido del Espíritu Santo el don de curar a los que tienen la salud quebrantada. Para los cristianos el milagro sigue siendo hoy una realidad.

Al lado de esto nos encontramos con el hecho de que al hombre moderno le cuesta más creer en los milagros. Quizá porque es más crítico y menos ingenuo que en el pasado; o tal vez porque ha perdido religiosidad y sentido de Dios; lo cierto es que se muestra reticente y un tanto escéptico ante cualquier fenómeno que no pueda explicarse con los datos de la ciencia. Por eso, ciertos hombres de hoy acogen con mayor frialdad los relatos milagrosos y los miran con cierta desconfianza. Es necesario tener en cuenta este contexto cultural, cuando' intentamos abordar el estudio de los milagros de Jesús.

El creyente católico en este punto se guía por la doctrina de la Iglesia. Según ella, los milagros, que ya realizaron los profetas de Israel, y sobre todo el Mesías, Jesús, son signos de la revelación divina, acomodados a la inteligencia de todos.

Dios invisible ha querido hablar con los hombres. y ha realizado esa revelación con palabras y con gestos íntimamente unidos entre sí. En efecto, las obras que Dios hace manifiestan y confirman la doctrina; las palabras, a su vez, proclaman las obras y aclaran el misterio que en ellas se contiene. En Jesús, plenitud de la revelación, son inseparables los milagros y las palabras.

 

 

« Anterior | Siguiente »