JESÚS

 

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La agonía: la duda y la soledad

Llegado al jardín de Getsemaní (“prensa de aceitunas” en arameo) en el monte de los olivos, Jesús pide en tres ocasiones a sus compañeros que velen y recen con él: “Mi alma está triste hasta la muerte”  (Mt 26,38; Mc 14,34). El miedo y la duda le atormentan.

Está gimiendo: “El espíritu está pronto, pero la carne es débil” (Mt 26,41; Mc 14,38). Se dirige al Padre, con el rostro en tierra: “Abba, tu lo puedes todo, aparta de mi este caliz…”  (Mc 14,36). Pero justo después de la angustia: “…Mas que no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lc 22,42).

Está preparado para encarar su muerte. El beso de Judas es la señal de su prendimiento. Todos le abandonan. Incluso Pedro le negará tres veces. Comienza el “caso Jesús”.

oracion del Huerto

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