JESÚS Y LOS MARGINADOS:

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Otros marginados

Estas cuatro clases de personas mencionadas, socialmente marginadas en la sociedad judía, y a las cuales dedicó Jesús las mayores atenciones, no son las únicas en sufrir discriminación. A su lado, y mirando los datos que nos ofrecen los evangelios, podríamos recordar algunos más. Dejemos sobre ellos un leve apunte.

Marginados son los niños. No se los tenía en cuenta para nada. Jesús los pone como modelos de humildad, cuando exhorta a los adultos a ser como ellos, si quieren entrar en el reino de los cielos. Y emplea el tiempo con ellos, cosa que no debió de parecer bien a los apóstoles, a juzgar por las palabras del Maestro: "Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis".

marginados

También eran discriminados los gentiles. La ley prohibía tratar con ellos. Ni se podía entrar en sus casas, porque contaminaban, ni se les dejaba penetrar en el hogar de un israelita, ni en el atrio interior del templo. Los judíos no subieron al pretorio de Pilato cuando fueron a condenar a Jesús. Pero él sí atiende la petición de la mujer cananea, curando a su hija.

También son marginados los samaritanos. Era una raza mestiza, con mezcla de sangre judía y pagana. Además se habían apartado de la ortodoxia de Jerusalén, edificando su propio templo en la montaña de Garizín. Entre ellos y los judíos puros había fuertes tensiones y enemistades. Ni siquiera se podían pedir un vaso de agua. El peor insulto era llamar a uno "samaritano". Sin embargo, Jesús los propone como modelos de gratitud y de amor.

Por último están los campesinos, los hombres del pueblo llano. No eran sólo los que vivían en el medio rural, sino los ignorantes que desconocían la Ley y, en consecuencia, no podían tampoco practicarla con fidelidad. Las clases cultas y los fariseos autosuficientes los despreciaban como parias de aquella sociedad. Jesús vivió en cordial cercanía de ellos.

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