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EUCARISTÍA

Cuando unos amigos o una familia tienen algo que celebrar, se reúnen generalmente alrededor de una mesa. Ponen en común la comida y la bebida y comunican sus experiencias, comparten sus problemas, recuerdan los mo­mentos pasados y hacen planes de futuro. 

En tiempos de Jesús, los judíos se reunían cada año en primavera para celebrar la fiesta de la Pascua. En esta fiesta recordaban cómo Dios les liberó de la esclavitud de Egipto y les llevó a la tierra prometida. 

En el marco de la fiesta de la Pascua, Jesús se reunió con los apóstoles para celebrar la última cena. En esta celebración Jesús hizo una serie de gestos que adquirieron un significado profundo: tomó el pan, la bendijo, la partió y lo dio a los discípulos mientras decía: «tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros». A continuación tomó una copa de vino, la bendijo y la pasó a sus discípulos diciendo estas palabras: «tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre que será entregada por vosotros y por todos los hombres». 

Los gestos que Jesús hace con el pan y el vino son una anticipación de lo que pasará al día siguiente, cuando entregue su vida por la Humanidad. El pan partido es su cuerpo entregado en la cruz y el vino es su sangre de­rramada. 

EUCARISTÍALa nueva Alianza de la que habla el relato de la última cena, a diferencia de la antigua Alianza que Dios hizo con su pueblo (Israel), inaugura una nueva relación entre Dios y los hombres. Está basada en el amor y sellada con la sangre, no de animales -como en la Alianza sellada en el Sinaí- sino con la sangre de Jesús. 

Los primeros cristianos, siguiendo el mandato de Jesús: «Haced esto en memoria mía», se reunían a menudo para partir el pan. Durante los tres primeros siglos, las eucaristías se celebraban en las casas, por miedo a las persecuciones o por el reducido número de fieles. Más tarde, cuando el cristianismo se convirtió en una religión tolerada y, finalmente, en la reli­gión oficial del Imperio, pasó a celebrarse en las basílicas.

El rito central de la eucaristía consiste en repetir los mismos gestos que hizo Jesús. El ministro, obispo o sacerdote, toma el pan y el vino y pronuncia las palabras de Jesús en la última cena. De esta manera, Jesús se hace presente en medio de la comunidad de fieles. 

Definiremos mejor la que es la eucaristía a partir de cuatro ideas clave

. La eucaristía es alimento y banquete: Jesús se da como alimento y, al participar de él, se crea una relación íntima entre el Señor y los que la reciben. 

. La eucaristía es un sacrificio, el que Jesús hace en la última cena: cuando parte y reparte el pan, está haciendo un gesto profético que culminará en el sacrificio de la cruz. Cristo Jesús se entrega por todas las personas, para expiar sus pecados. Siempre que se celebra la eucaristía, está anunciando la muerte de Jesús y hace presente su sacrificio. En la eucaristía se actuali­za de manera incruenta el único sacrificio de Cristo. El sacrificio de la misa es el mismo que el de la cruz, que se hace presente otra vez. 

. La eucaristía es acción de gracias: La palabra eucaristía tiene su origen en el griego, y significa «acción de gracias». La eucaristía es una alabanza a Dios por la maravillosa obra de la salvación. 

. La eucaristía es signo de amor y de unidad: El gesto de Jesús al partir el pan lleva necesariamente a la idea de compartir. Así lo entendieron los primeros cristianos. Para poder vivir la eucaristía es necesario aprender a compartir lo que la vida ofrece: esperanzas, frustraciones, alegrías, bie­nes... Pero aún hay más: los que comparten el pan y el vino eucarístico forman un solo cuerpo, y deben vivir en armonía y unidad.