* El cristianismo, religión oficial

Fue justo después de la persecución de Diocleciano cuando se produjo el giro fundamental en la política del Imperio respecto del cristianismo: dejó de ser perseguido para ser tolerado, primero en Oriente (Edicto de Galerio, 311) y, en seguida, tanto en Oriente como en Occidente (Edicto de Milán o de Constantino, 313).

Todavía el emperador Juliano el Apóstata intentaría dar marcha atrás y volver al paganismo antiguo, pero era un empeño imposible: en el año 380, Teodosio declaró el cristianismo religión oficial del Imperio (Edicto de Tesalónica). Unos años después, prohíbe el culto pagano.