LO ESPECÍFICO DEL HECHO CRISTIANO

Los cristianos

El cristianismo como religión

Lo específico del cristianismo

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Lo específico del cristianismo

Lo más original del cristianismo es el propio Jesús de Nazaret, su persona, palabra, vida y misterio. Un estudio más detallado nos permitiría adentrarnos en ello. Aquí sólo se señalarán algunos rasgos que hacen del cristianismo una religión diferente de las demás y le dan su propia identidad. Estos rasgos tienen su origen en Jesús. De Él los hemos aprendido y, como Él, queremos hacerlos nuestros.

Relación con Dios. Dios es, en primer lugar y antes que nada, Padre. Y la relación que el cristiano mantiene con Él debe ser como la de un buen hijo con un buen padre. Relación de amor, de confianza. Dios no es un rival del hombre, ni un amo intransigente.

Relación con los hombres. Los hombres, todos los hombres, son hermanos. Para el cristiano no hay barreras de razas ni países. Todos son hijos de Dios. Todos merecen respeto, cariño y ayuda. Hasta aquellos que se declaran enemigos. Las barreras entre los hombres, ni Dios las ha puesto ni las quiere. Y si alguno merece una atención especial o preferente, es el más pobre, el más débil, el más alejado.

Relación con el mundo. El mundo es el lugar donde el cristiano realiza su salvación. Aquí y ahora. Por eso hay que trabajar en él para superar las situaciones de injusticia y opresión, y para establecer una forma de vida que sea parecida a la que Jesús anunció y vivió.

Todo esto tiene para el cristiano unas exigencias características:

El cristiano sabe que nunca está solo, que Dios está siempre con él y que, aunque nada puede por sí, «todo lo puede en Aquel que le conforta» (FIp 4, 13).

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