4 UNA CUESTIÓN CLAVE
Está ya fuera de dudas que los creyentes están y deben
estar en la tarea común de la humanidad. Pero la clave de la cuestión
está en el" cómo", en la manera en que hay que
estar.
En el orden político y social la cuestión se presenta espinosa:
la participación de los cristianos en esto ha sido fuente de polémicas
y hasta de conflictos incluso dentro de la Iglesia. Pero esta cuestión,
aunque se hace más llamativa en lo político, económico
y social, se plantea en todos los órdenes de la existencia.
Empleando los términos que acuñó Maritain, diríamos
que la cuestión es ésta: " ¿Hay que actuar 'como'
cristianos o 'en tanto que' cristianos?" .
Es decir: ¿los creyentes hemos de tener un sistema propio de pensamiento
(filosofía, arte, política, etc.) que rivalice con otros
sistemas?, ¿es posible una filosofía, un arte, una política...
cristianos?, ¿son convenientes? O más bien, como cristianos,
¿Podemos aportar nuestros valores evangélicos a la acción
y al pensamiento de los hombres sin tener que "bautizar" las
cosas con el añadido de "cristianas"?
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