INTRODUCCIÓN

Unas religiones creen en un único Dios que creó la tierra y todo lo que la habita. Otras creen en distintos dioses que adquieren muy diversas formas y que pueden influir en la vida humana de manera, a veces, sorprendente. Algunas otras religiones, por ejemplo, el budismo y el jainismo que no creen, por lo general, en Dios, prefieren hablar de un poder o fuerza vital suprema que crea y sustenta las cosas.

Sin embargo, lo que la mayoría de las religiones comparte es la idea de la trascendencia, esto es, de que existen más cosas en esta vida que aquellas que podemos entender con nuestras mentes y experimentar a través de los sentidos. La dimensión espiritual de la existencia, a saber, la misteriosa, invisible y poderosa fuerza de esta vida (y la eterna) es un aspecto fundamental en las principales religiones del mundo.

La religión prehistórica

La era prehistórica es ese extenso período antes de la aparición de la escritura. Se extiende desde el origen de la humanidad, hace dos millones de años, hasta el desarrollo de la escritura en las primitivas civilizaciones de Oriente Medio, hace cinco mil años.

Debido a que no hay explicaciones escritas de las religiones prehistóricas, hemos de confiar en los hallazgos arqueológicos para ordenar las piezas de este rompecabezas religioso. Piedras enormes, megalitos, como los hallados en Stonehenge, en el sur de Inglaterra, tumbas y monumentos funerarios, ídolos tallados y restos de un altar. Objetos preciosos como espadas, cuadrigas, joyas e incluso barcos hallados en tumbas que albergaron a los muertos indican, por ejemplo, que nuestros antepasados creían en que había otra vida después de la muerte. Una vida eterna en la que el difunto utilizaría esos objetos.

Hinduismo: la verdad eterna

Para nuestros antepasados, como aquellos que vivieron junto al río Indo en el actual Pakistán hace cinco mil años, la naturaleza era una fuerza poderosa en sus vidas. Era habitual que buscasen su protección y consuelo. Esas fuerzas se asociaron finalmente con dioses individuales a los que se atribuían poderes sobrenaturales con los que podían dar vida o destruirla. Los pueblos contaban historias y recitaban poemas sobre ellos, no sólo como forma de entretenimiento sino para entender el origen y propósito de la creación. De esta manera, nació la más antigua de las creencias actuales del mundo: el hinduismo.

Los hindúes, sin embargo, no creen que su religión tenga un principio. Para ellos, es una verdad que existe y ha existido a lo largo de interminables ciclos temporales. Su sabiduría fue finalmente recogida por escrito en sánscrito y se convirtió en la base de las escrituras hinduistas, que son una inspiración para los ochocientos millones de hindúes que actualmente se calcula que hay en el mundo.

El atractivo de la religión oriental en la actualidad

Las religiones orientales suelen atraer a muchas personas por la experiencia espiritual directa que suponen; estas sostienen que religiones como el judaísmo, el cristianismo y el islam, se asientan sobre reglas y normas muy estrictas. Por ello, se vuelven hacia las tradiciones orientales de meditación y contemplación para trascender la palabra y alcanzar el mundo místico del espíritu, un mundo, donde Dios pueda ser sentido y percibido.