6. El monacato

Las comunidades de monjes (monasterios), aunque tienen un origen anterior, tuvieron una importancia enorme en la Edad Media. Fueron el refugio de buena parte de la cultura antigua tras la ruina de las ciudades, como resultado de las invasiones y saqueos de los pueblos bárbaros.

Fueron, además, importantes centros de producción agrícola dotados de autonomía, en tomo a los cuales se crearon pequeños núcleos de población. Desde los monasterios se descubrieron, impulsaron y enseñaron nuevas técnicas agrícolas para el cultivo de la tierra y la recolección de sus frutos.

Con el tiempo fueron surgiendo, anexos a los monasterios, escuelas y otros centros de asistencia a pobres, peregrinos, enfermos, etc.