13. El siglo XIV: el cisma de Occidente
El siglo XIV se caracteriza habitualmente como una época de crisis
del mundo medieval, que se manifiesta, entre otras cosas, por:
a) El conflicto entre las dos "espadas" o poderes de la Cristiandad
(Papa y Emperador), ahora con el poder civil en una posición mucho
más fuerte que en el siglo XI.
b) La pérdida de autoridad y prestigio del papado, que primero
traslada su sede de Roma a la ciudad francesa de Aviñón,
lo que provoca después la existencia de dos papas, el de Roma y
el de Aviñón (Cisma de Occidente), y, en un tercer
momento, itres! (los dos ya existentes y un tercero nombrado por el Concilio
de Pisa).
c) El auge del conciliarismo, corriente que sostiene que el Papa
debe someterse al Concilio, una especie de "parlamento" dentro
de la Iglesia. Esta teoría resultó útil para acabar
con el Cisma, ya que gracias a ella el Concilio pudo obligar a dimitir
a los papas rivales. Con posterioridad, fue considerada peligrosa y condenada
por los propios papas; de hecho, es uno de los factores que alimentaron
la protesta contra el poder papal que acabaría cristalizando en
la Reforma protestante del siglo XVI.
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