Uno de los cambios consistiría en modificar tres
o cuatro artículos de la LOE para dotar al
Bachillerato de un año más.
“Si como consecuencia del Pacto fuese necesario
hacer algún cambio normativo, con mucho gusto lo
haremos si es para la mejora de la Educación en
nuestro país”. Fueron las palabras del ministro,
Ángel Gabilondo, tras la reunión que mantuvo el
pasado 29 de septiembre con la secretaria
general del PP, Mª Dolores de Cospedal. Y, en
efecto, el Ministerio está manejando diversos
temas en los que no se opondría a cambiar la ley
si el Pacto contase con una mayoría abrumadora.
Según fuentes del Gobierno, “uno de esos temas
consistiría en dotar al Bachillerato de un año
más, a través de la modificación de tres o
cuatro artículos de la LOE”.
La estructura del
Bachillerato viene recogida en la LOE desde el
artículo 32 al 37, donde se especifica que
“comprende dos cursos”. Hay que tener en cuenta
que el cambio sólo afectaría a algunos
artículos, ya que el propio ministro aclaró que
“no se dan las circunstancias en este momento ni
es la demanda del país entrar en la elaboración
de nuevas leyes educativas”.
Otro de los temas que se manejan es el
carácter educativo de la etapa de 0 a 6 años al
completo, donde también se produce una falta de
acuerdo caracterizado por un modelo que para el
Gobierno “está roto”, ya que el desarrollo que
se está haciendo es muy disperso entre distintas
consejerías, ya sean de Educación, de Familia o
de Asuntos Sociales. Según fuentes del Gobierno
“el objetivo sería crear un modelo único, ya que
incluso la OCDE la considera una etapa clave”.
En cuanto al programa Escuela 2.0, el
Gobierno es consciente de los avances que ya han
venido realizando varias comunidades autónomas
en cuanto a la incorporación de recursos TIC en
las aulas –ya sean pizarras digitales u
ordenadores–, por lo que el Ministerio también
va a intentar buscar junto al PP una unidad de
criterio en cuanto a la aplicación de todas las
cuantías económicas dedicadas al programa.
Autoridad del profesor
El Gobierno también va a atender la demanda
por parte del PP de mayor autoridad del
profesorado canalizando esta petición a través
del Estatuto Docente. El objetivo es, en primer
lugar, llegar a un acuerdo con los sindicatos en
todo lo referente a la carrera docente, los
grados, la evaluación del profesorado o los
equipos directivos. Y en segundo lugar,
trasladar todos esos acuerdos al PP, aunque la
intención del Gobierno no es crear una mesa
tripartita, sino poder coincidir con el
principal partido de la oposición en temas como
la inclusión de la autoridad del profesorado o
la elaboración de la carrera docente.
El PP ya presentó el pasado mes de julio una
proposición de ley que modificara la LOE para
considerar al profesorado como autoridad
pública, así como un mayor grado de
profesionalidad a través de una carrera docente
tanto vertical como horizontal. Según el PP, “el
hecho de que el 50% de los directores tengan que
ser elegidos por la Administración demuestra que
el modelo actual de dirección no está
funcionando”.
Quizá sea la FP el punto donde más fácil
resulta para ambos partidos acercar posturas. La
propia Cospedal aseguró tras la reunión con el
ministro que “con una cifra de casi el 40% de
los jóvenes españoles en paro, consecuencia de
un sistema de FP, creemos que es necesario
hablar y pactar sobre esta etapa educativa”.
También el portavoz de Educación del PP en el
Congreso, Juan Antonio Gómez Trinidad, reconoció
el pasado miércoles en la Comisión de Educación
que “la FP es un elemento en el que vamos a
coincidir”. Gómez Trinidad, sin embargo, enumeró
algunos inconvenientes, como el gran coste para
las comunidades que supone la transformación de
los ciclos de Grado Medio de 1.200 a 2.000
horas, o el retraso en la publicación de los
certificados de profesionalidad a los que
conducen los PCPI.
Alternativa a la Religión
Donde el Gobierno no estaría dispuesto a
ceder de ninguno de los modos sería en lo
referente a la asignatura de Educación para la
Ciudadanía. Sin embargo, sí que está abierto a
implantar una materia alternativa a la Religión
con contenido real. El temario tendría que ver
con los conocimientos sobre el hecho religioso,
o también existe la posibilidad de crear una
materia que agrupe temas de sociedad, cultura y
religión, de forma que el alumno conozca
realmente cómo funciona la religión.
Cospedal afirmó tras la reunión con el
ministro que “no podemos pactar para seguir
igual, y tenemos que transformar lo que tenemos,
ya que se ha demostrado que el modelo que
tenemos desde 1990, que aparece con la Logse, no
ha dado buenos frutos”. “La sociedad española en
su práctica mayoría considera que es bueno que
los dos grandes grupos políticos nos pongamos de
acuerdo en la modificación de nuestro sistema
educativo”, añadió.
A pesar de las posibles diferencias, la
reunión, que duró apenas 30 minutos, finalmente
se saldó con la satisfacción mostrada por ambas
partes y con reconocimientos de buena voluntad
política. Gabilondo aseguró que “había sido una
reunión realista, comprometida con la Educación
como una prioridad en nuestro país” y excusó la
brevedad del encuentro en que “hemos optado por
ir directamente a los asuntos, no darnos uno al
otro conferencias, sino hablar sobre la
viabilidad de los caminos. Conocemos bien
nuestras posiciones, y no hemos necesitado hacer
introducciones ni convencernos el uno al otro de
nada”.
Gabilondo se concede como plazo “los próximos
dos o tres meses para certificar si el Pacto es
viable”. El ministro se volverá a reunir con
Cospedal tras la ronda de contactos que
realizará con los demás partidos. El jueves
pasado ya lo hizo con el portavoz de CiU en el
Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida.
LA VERTEBRACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO
- En el fondo del desencuentro entre
Gabilondo y Cospedal está la defensa por
parte de los populares de “un modelo
educativo único, vertebrador de toda
España, que garantice la igualdad de
todos nuestros jóvenes en cualquier
parte del territorio nacional”. Esta
premisa choca con la flexibilidad que
permite el Gobierno a las comunidades
para fijar los contenidos no comunes de
sus respectivos currículos (el 35% en
las autonomías con una sola lengua
oficial y el 45% en las que tienen dos).
- Por su parte, el portavoz del Grupo
Parlamentario Catalán en el Congreso,
Josep A. Duran i Lleida, dejó claro tras
su entrevista con el ministro el pasado
jueves que “CiU no pasará por una
recuperación de las competencias
autonómicas por parte del Estado. En
primer lugar, porque no sería
constitucional, y después porque cuanto
mayor proximidad exista respecto a la
comunidad educativa, mejor”. Duran i
Lleida se mostró sorprendido de que “el
PP se limite siempre a estas cuestiones”
y lamentó que los populares “empiecen
con mal pie el diálogo para alcanzar
este Pacto educativo”.