La Razón. sábado 1 de mayo de 2004 . Sociedad
El PP teme el «caos» tras la contrarreforma educativa
El Gobierno paralizará este mes la Ley de Calidad y fijará una moratoria de dos años. Anulará la reválida y los itinerarios, y la Religión no será evaluable ni obligatoria Pastor lamenta que los alumnos no sepan aún qué van a estudiar a cuatro meses del nuevo curso.
El Gobierno del PSOE ha sentado las bases para consumar su «contrarreforma» educativa en un plazo de dos años. Y ha comenzado por revisar aspectos «cruciales» como la Religión, los itinerarios, la reválida y la educación infantil. La primera se quedaría como está, con carácter voluntario para los alumnos, de oferta obligatoria en los centros y sin valor académico. Los planes del Gobierno son aprobar dentro de unas tres semanas el real decreto que paralizará el calendario de aplicación de la ley y fijar una moratoria de dos años. El PP ha advertido que la paralización de la ley a cuatro meses del nuevo curso llevará «desconcierto e incertidumbre» a la comunidad educativa, ya que ni padres ni alumnos «saben lo que van a estudiar».
M. Villasante/ R.
Serrano
Madrid- Las cosas se quedan como están. La
Religión no será una asignatura obligatoria ni evaluable. Tampoco habrá
reválida, ni itinerarios. El Consejo de Ministros decidió ayer emprender la
paralización de la Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza (LOCE) y revisar
sus aspectos más cruciales. Junto con la eliminación de los tres anteriores,
el Gobierno quiere retirar el carácter asistencial de la enseñanza infantil y
considerarla educativa, a la vez que pospone la gratuidad de este tramo,
prevista para el próximo curso, que obligaba a las comunidades autónomas a
ampliar los conciertos.
Finalmente, el Gobierno ha decidido respetar las medidas de la Ley de Calidad
que ya habían entrado en vigor en este curso, es decir, la repetición con más
de dos suspensos, la convocatoria de pruebas extraordinarias de recuperación,
los nuevos criterios de evaluación y el sistema de calificación numérico del
0 al 10. Pero distinta suerte correrán las que estaban previstas para el
próximo y el siguiente, entre las que se encuentran los cuatro puntos capitales
de actuación.
Calendario de aplicación.
El Gobierno tiene previsto emitir en tres o cuatro semanas el
Real Decreto que paralizará el calendario de aplicación de la LOCE. A partir
de ahí, y aproximadamente hasta el mes de octubre, se abrirá un proceso de
debate con la comunidad educativa para consensuar el proyecto de reforma que
llevará al Parlamento, momento en el que «habría que modificar los
desarrollos de la ley», lo que llevaría un año aproximadamente. El objetivo
sería que el proceso completo de modificación de la ley orgánica esté
concluido a finales de 2005. Inevitablemente, la norma quedará paralizada
durante dos cursos escolares.
Por ello, la coordinadora de Participación y Acción Sectorial del PP, Ana
Pastor, advirtió ayer que el Gobierno ha sembrado en el mundo educativo «el
caos, la confusión, el desconcierto y la incertidumbre». A su juicio, plantear
esta modificación a cuatro meses del nuevo curso crea alarma porque supone que
alumnos y padres «no saben lo que van a estudiar» y los profesores «no saben
si es útil o inútil su preparación para el nuevo curso». Pastor consideró
«gravísima» en la forma la decisión del Gobierno, pues en España no hay
precedentes de la paralización de una Ley Orgánica a través de un decreto.
Por ello, pidió a la ministra que no se salte «los cauces del Estado de
Derecho» y se reúna con los consejeros de Educación de todas las autonomías.
En esta línea, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se
mostró ayer dispuesta a abanderar la aplicación de la Ley de Calidad al
advertir que sigue siendo la ley vigente y que «la primera obligación que
tiene el Gobierno regional es cumplirla». Las leyes, añadió, «no se derogan
por un informe del Consejo de Ministros, sino por otra ley posterior»
La ministra de Educación, María Jesús Sansegundo, compareció ayer tras la
reunión del Consejo de Ministros para explicar las principales reformas que
pretende llevar a cabo y los plazos de ejecución.
Religión.
Sobre la asignatura de Religión, Sansegundo explicó que
«proponemos que se mantenga como ha estado» antes de la reforma del anterior
Ejecutivo, es decir, que sea de carácter voluntario para los alumnos, de oferta
obligatoria para los centros y que no cuente para la evaluación. De modo que se
eliminará la nueva asignatura de Sociedad, Cultura y Religión, calculada para
el próximo curso, que tenía una vertiente confesional y otra aconfesional
(basada en el «hecho religioso» y en la historia de las religiones) y que era
de carácter obligatorio, evaluable y con efectos académicos.
El Gobierno sigue así firme en su disposición de restar peso a la asignatura
de Religión, al margen de las peticiones de distintos colectivos y de la
campaña de cartas abierta por la Iglesia para pedir al jefe del Ejecutivo,
José Luis Rodríguez Zapatero, que la mantuviera.
En relación a los itinerarios a partir de los cursos 3° y 4° de Educación
Secundaria Obligatoria (ESO), por los que los alumnos escogerían las materias
más relacionadas con su futuro profesional, explicó que «no son la mejor
solución» en esta etapa motivo por el que, en su lugar, propondrá «la
atención a la diversidad y prevenir antes de excluir».
La Prueba General de Bachillerato, conocida como reválida y necesaria para
obtener el título de Bachiller, es otra de las cuestiones que queda paralizada.
La LOCE señalaba que las universidades podían aplicar pruebas adicionales de
admisión, lo que suponía un riesgo de duplicidad de exámenes. A su vez, la
reválida sería evaluada por profesores de Secundaria sin participación de las
universidades, un hecho que iba a «romper la conexión entre Secundaria y
Universidad», dijo la ministra.
El «disparate pedagógico» de la Religión
La Asociación Profesional de
Profesores de Religión ha asegurado que la decisión del Gobierno de no evaluar
la Religión es un «disparate pedagógico» y que debe tratarse «como
cualquier otra asignatura». Opinión compartida por la Federación Española de
Religiosos de la Enseñanza, que considera «lamentable» que se «prive a los
alumnos» del conocimiento de la religión. Educación y Gestión, la mayor
patronal de la enseñanza concertada, se mostró en contra de las reformas y
preocupada por el talante del Ministerio.
Por el contrario, la Confederación Española de Asociaciones de Padres de
Alumnos (Ceapa), aplaudió el «paso extraordinario» del Gobierno y propuso
eliminar la Religión de todas las escuelas sostenidas con fondos públicos.
Entre los sindicatos, UGT mostró su satisfacción por las reformas que
«responden a nuestras demandas». STEs exigió la «pronta derogación de la
LOCE», mientras que CSI-SCIF, ANPE y USO pidieron más consenso y se quejaron
de la falta de diálogo del Gobierno para tomar esta decisión.
Los centros privados agrupados en Acade pidieron que se abra un periodo de
reflexión y un debate efectivo para buscar el consenso.