Siguen haciéndose evidentes los
desatinos de la Ley Orgánica de Educación (LOE): Un
tercio de los profesores que imparten la asignatura de
Religión se quedarán sin trabajo con la aplicación de la
nueva norma, según confirma la Conferencia Episcopal
Española (CEE). Al mismo tiempo, las escuelas católicas
muestran su profundo rechazo a la modalidad de ‘atención
educativa’, que contempla la posibilidad de que los
escolares que no cursen la materia religiosa se puedan
ir a casa.
Tal como publicábamos el pasado 6 de noviembre, con la
LOE, el Gobierno ha reducido un tercio la asignatura de
Religión en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO).
Ahora, en consonancia con esta reducción, se constata
que un 30 por ciento del profesorado especializado en
esta materia perderá su puesto de trabajo si se aprueba
finalmente el borrador que regula la asignatura dentro
de las enseñanzas mínimas contenidas en la LOE.
Y todo en beneficio de la nueva asignatura estrella del
Ejecutivo de ZP: Educación para la Ciudadanía. “La
enseñanza laicista relega la religión a algo marginal o
extraescolar”, denunció el 10 de noviembre el presidente
de la comisión episcopal de Enseñanza, Antonio Dorado;
una denuncia compartida por otras organizaciones
católicas y defensoras de los derechos de la familia,
que lideran la rebelión ciudadana contra ese
adoctrinamiento.
Monseñor Dorado manifestó que, aunque todavía esperan
alcanzar un acuerdo global con el Estado lo antes
posible, la pretensión de la CEE es recuperar las horas
perdidas y que, como mínimo, sean las comunidades
autónomas y no los centros las que precisen las
alternativas a la asignatura confesional.
“Irresponsabilidad del Ministerio”
Las cuentas son claras: a menos
horas, menos profesores. Sin embargo, los entre 15.000 y
18.000 docentes que pueden resultar afectados están en
pie de guerra y denuncian la “irresponsabilidad del
Ministerio, que hace caso omiso de lo legalmente
establecido de manera nítida por numerosas sentencias,
como por ejemplo la norma elemental que obliga a todos
los alumnos a tener el mismo número de materias y carga
horaria”, dicen desde la Asociación Profesional de
Profesores de Religión en Centros Estatales (APRECE).
“Es una decisión que va en contra de la religión como
asignatura fundamental que es elegida por el 80 por
ciento del alumnado y en contra de los Acuerdos con la
Santa Sede”, añaden responsables de la APRECE.
Alfredo Sepúlveda, de la Unión Sindical Independiente
de Trabajadores, considera que se están rebasando
los límites de lo permisible: “Estábamos ya casi
acostumbrados a la inseguridad y a la precariedad
laboral, pero esto ya es el colmo”, denuncia.
“Si esto sigue adelante, o se van a la calle el 30 por
ciento de los compañeros o compartimos las pocas horas
de clase que queden entre todos, con la consiguiente
pérdida de poder adquisitivo. Porque no hay que olvidar
que el profesor cobra en función de las horas de clase
que imparte” .
Irse a casa: “inaceptable”
Asimismo, la organización Escuelas
Católicas, que agrupa a la Federación Española de
Religiosos de Enseñanza-Titulares de Centros Católicos
(FERE-CECA) y la Confederación de Centros Educación y
Gestión (EyG), han calificado como “inaceptable” la
propuesta del Gobierno de que los alumnos que no cursen
la asignatura religiosa puedan ausentarse de los centros
escolares e irse a casa.
La organización expresó su total rechazo a la modalidad
de ‘atención educativa’ que contempla esa posibilidad
como alternativa a dar clase de Religión.
Según anunció recientemente el secretario general de
Educación, Alejandro Tiana, no existirían impedimentos
para que los centros educativos, en coordinación con los
padres de familia, permitan que los alumnos que no
cursen religión vayan a casa y no se queden en la
escuela.
Por otra parte, según informa ACIPRENSA, el
vicepresidente primero y portavoz de la Comunidad de
Madrid, Ignacio González, manifestó también su oposición
a la propuesta y la calificó de “tomadura de pelo”. “Me
parece mal, no es razonable”, comentó González basándose
en lo publicado en prensa sobre este asunto.