EL PAÍS - Sociedad - 11-12-2004
España es el tercer país de la UE en el que los alumnos
abandonan antes los estudios Bruselas reclama más inversión en educación para
mejorar la competitividad
GABRIELA CAÑAS - Bruselas
Continúan las malas noticias para España en el terreno educativo. El nuevo
comisario europeo de Educación, el eslovaco Jan Figel, ofreció ayer los últimos
datos disponibles de la Unión Europea de 25 países, que demuestran que España
es, por detrás de Malta y Portugal, el país que sufre el mayor fracaso escolar
entre los 18 y 24 años y la más baja proporción de población con nivel de
enseñanza secundaria superior. Figel reclamó más y mejor gasto en educación,
dado que en los próximos cinco años sólo el 15% de los nuevos empleos serán para
gente no cualificada.
El lunes pasado la OCDE presentó en Bruselas el Informe PISA 2003, una
evaluación de estudiantes que puso de manifiesto el dramático bajo nivel de
conocimientos en matemáticas, lectura y ciencias de los quinceañeros españoles.
Ahora, de cara al consejo informal sobre formación permanente que se celebrará
del lunes al miércoles de la próxima semana en Maastricht, la Comisión Europea
recuerda que los objetivos comunitarios de mejorar el nivel educativo para 2010
avanzan con demasiada lentitud, y que además hay algunos países -caso de España-
que se están quedando muy rezagados.
Si bien entre los jóvenes el nivel de educación español es muy superior, lo
cierto es que respecto a la población general España es uno de los países que
cuenta con menor proporción de gente con estudios medios (hasta secundaria
superior), con gran distancia del resto. El siguiente país mejor situado,
Bélgica, tiene ya casi el doble, y los nuevos países del Este, como República
Checa, Eslovaquia o Polonia, cuadruplican la proporción española.
Según los datos de Eurostat, la oficina estadística europea, España tiene un
porcentaje importante de población con nivel de estudios superiores (25%), pero
por el contrario se caracteriza por una pequeña proporción de población con
estudios de secundaria superior (17,7%) y una desproporcionada tasa de gente con
estudios elementales (57,3%). En la República Checa es de sólo el 11,6% y en
Alemania y Francia está entre el 16,5 y el 35,2% respectivamente.
El abandono escolar, que la UE se ha comprometido en reducir al 10% en el
año 2010, es uno de los indicadores aireados ayer que también deja a España en
una mala situación. Los datos demuestran que no sólo se encuentra por muy debajo
del resto (sólo en mejor posición que Portugal y Malta), sino que, mientras se
comprometía en Bruselas a mejorar tal indicador, éste ha empeorado entre 2000 y
2003, pasando de un 28,6% en 2000 de personas de entre 18 y 24 años que ha
dejado los estudios, a un 29,8% en 2003.
A escala comunitaria, advierte la Comisión Europea, 80 millones de
ciudadanos tienen una baja cualificación y se estima que de aquí a 2010 la mitad
aproximadamente del crecimiento neto de empleo será para la población más
cualificada con niveles de estudio superiores; un poco menos del 40% de los
puestos laborales será para gente con estudios secundarios; y sólo un 15% para
trabajadores no cualificados con nivel educativo elemental.
Finlandia, milagro lógico
Los datos europeos, comparados con los principales países competidores, como
Canadá, Japón, Estados Unidos o Corea del Sur, demuestran, según Figel, que la
UE necesita "más y mejor gasto en Educación". "El Informe PISA 2003 demuestra
que podemos ser los mejores", añadió ayer el comisario europeo, recordando que
Finlandia es el país que se sitúa a la cabeza en este estudio (de un total de 40
países analizados), lo cual, dijo Figel, "no es un milagro, sino algo lógico
debido a su política educativa".
La debilidad europea no se debe tanto a la inversión pública como a la
privada. "El sector público de la UE, con enormes variaciones entre unos países
y otros", explicó Figel ante la patronal europea esta semana, "invierte en
educación el 5% del PIB, mientras que en Estados Unidos la inversión es del 5,1%
y en Japón, del 3,6%. La inversión del sector privado, sin embargo, representa
en Europa sólo el 0,6%, mientras que en Estados Unidos es del 2,2% y en Japón,
el 1,2%".
La formación permanente será asunto clave en el consejo de Maastricht. El
40% de los asalariados europeos participa en algún programa de formación. Ese
porcentaje baja en España al 25%. En este caso están otros siete países:
Lituania, Hungría, Letonia, Grecia, Portugal y Eslovenia. Figel señaló ayer que
hay que adaptar la educación al mercado laboral, formando más a los ciudadanos,
por ejemplo, en nuevas tecnologías.