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página EL MUNDO, miércoles 23 de noviembre de 2005. ESPAÑA
Los profesores de Religión piden ser incluidos en el Estatuto
de los Trabajadores
JOSÉ MANUEL VIDAL
MADRID.- Reunidos en El Escorial, los representantes de los 17.000 profesores de Religión encuadrados en diversos sindicatos y asociaciones han llegado a un «acuerdo de mínimos». En él, tras llamar al «diálogo», piden que la Ley Orgánica de Educación (LOE) los incluya en el Estatuto de los Trabajadores.
El acuerdo fue firmado por los sindicatos CCOO, ANPE, CSI-CSIF,
FETE-UGT, USIT-EP y USO, así como por asociaciones de profesores de
Religión, como la mayoritaria APPRECE, Cristianos en el PSOE y personalidades
como Luis Gómez Llorente.
Los profesores de Religión comienzan su comunicado advirtiendo que no les
satisface «el tratamiento que se le da a la relación laboral del profesorado de
Religión» en la LOE.
Aún así, siendo realistas, hacen «un llamamiento al sosiego, al diálogo y a
la búsqueda del consenso, para que la enseñanza de las religiones en la escuela
pública no se convierta en tema de confrontación partidista o ideológica».
Todos los firmantes coinciden en que «en la LOE sólo deben figurar los
principios básicos que no cierren los cauces para la negociación posterior» y
que el pacto educativo que propugnan debe fundamentarse «en el marco de la
Constitución».
Y formulan dos propuestas concretas. En la primera, se niegan a que en la
LOE «figure la duración determinada del contrato del profesorado de Religión»,
al tiempo que postulan que «su acceso al puesto de trabajo debe hacerse con
criterios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad»
La segunda propuesta concreta es que su relación laboral siga siendo con las
Administraciones Públicas a través del Estatuto de los Trabajadores y que «su
regulación debe incluirse en el futuro Estatuto de la Función Docente».
Por último, desean que «en la legislación emanada y aprobada por el
Parlamento se logre un desarrollo normativo que facilite la convivencia plural y
encauce futuras negociaciones con los agentes sociales».
