ABC SOCIEDAD 27 DE SEPTIEMBRE DE 2004
El Gobierno prevé que la enseñanza "aconfesional" de las religiones sea
obligatoria
PP: «Para este viaje no hacía falta paralizar la LOCE»
El Ministerio de Educación tiene previsto que la enseñanza de las religiones,
desde un punto de vista no confesional y de una forma entroncada en asignaturas
como Historia o Filosofía, forme parte del currículo común de todos los alumnos.
Además, el Gobierno quiere eliminar la Prueba General de Bachillerato o
"reválida" contemplada en la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) y
recuperar una prueba única de acceso a la Universidad.
Propone además el MEC eliminar los "itinerarios" formativos que la Ley de
Calidad de la Educación había introducido en tercer y cuarto curso de la
Educación Secundaria Obligatoria y reforzar el aprendizaje de asignaturas como
las Matemáticas y el Inglés, llegando incluso al desdoblamiento de aulas para
trabajar en grupos más reducidos.
La ministra de Educación, María Jesús San Segundo, presentó hoy a los
responsables de las Comunidades Autónomas el documento "Una Educación de Calidad
para todos y entre todos", que recoge los principales cambios que el Ejecutivo
quiere recoger en el futuro proyecto de ley de reforma de la LOCE.
San Segundo insistió en rueda de prensa tras la Conferencia Sectorial en que se
trata de un documento abierto al debate que pretende provocar un debate social
sobre el sistema educativo en el que se involucren, además de las instituciones
públicas, todos los agentes de la comunidad educativa.
Así, informó de que el Gobierno propone que la enseñanza de la Religión tenga
una doble dimensión: una para todos los estudiantes, de carácter no confesional
y que estaría entroncada en asignaturas como Filosofía o Historia; y otra
confesional, en el marco de los acuerdos con las diferentes confesiones
religiosas, que sería de oferta obligatoria para los centros pero de elección
voluntaria para los alumnos.
Esta asignatura -la confesional- no será computable a efectos académicos de nota
media para el acceso a la Universidad ni a efectos de obtención de becas. El
Ministerio también ha previsto incorporar en el sistema educativo, aunque la
ministra aclaró en la rueda de prensa que no será como alternativa a la
Religión, una nueva área de "Educación para la Ciudadanía" obligatoria para
todos los alumnos, aunque no está decidido si será una asignatura o estará
entroncada en otras materias.
El Ministerio tiene previsto elevar una consulta al Consejo de Estado para saber
si las familias o los alumnos que lo soliciten expresamente a título individual
pueden renunciar a desarrollar las actividades alternativas a la enseñanza
confesional (tales como juegos o estudio) y concretar así qué debe hacer un
alumno mientras otro asiste a clase de Religión. En la actualidad,
aproximadamente el setenta por ciento de los alumnos matriculados en centros
sostenidos con fondos públicos (colegios públicos o concertados) eligen Religión
Católica voluntariamente Religión Católica.
Las propuestas del Gobierno no alterarían, como tampoco lo hizo la LOCE, la
estructura del sistema educativo, que seguiría repartida en cuatro ciclos:
Educación Infantil (0-6 años), Educación Primaria (6-12 años), Educación
Secundaria Obligatoria (12-16 años) y Bachillerato (16-18 años). La educación
infantil estaría repartida en dos ciclos (de 0 a 3 y de 3 a 6 años) y tendría
carácter educativo, y no asistencial, en ambos.
Entre las novedades que se proponen, la ministra citó el establecimiento de
medidas preventivas en educación primaria desde el momento en que se detecten
dificultades en un alumno, y entre esas medidas se apuntan más horas de trabajo
en los colegios, actividades complementarias, refuerzo en los meses de verano o
repetir curso. El Gobierno prevé también programas flexibles para la atención a
la diversidad en la ESO, como adaptar el currículo, desdoblar grupos en las
materias optativas y apoyo específico a los alumnos con más dificultades.
También destacó la ministra la propuesta de diseñar un Bachillerato más flexible
y que dé más posibilidades de elección a los alumnos, y en este ciclo el
Ministerio tiene previsto incorporar una nueva materia de "formación
científica"; el gobierno quiere que el título de Bachiller se obtenga al superar
los dos cursos, y hacer después una prueba única de acceso a la Universidad.
La LOCE establecía que el título de Bachiller estaba condicionado a la
aprobación de los dos cursos y de la Prueba General de Bachillerato (reválida),
y este examen condicionaba además el futuro ingreso a la universidad. El
Ejecutivo, avanzó la ministra, quiere que se revise la formación inicial y
permanente del profesorado, que se potencie la movilidad internacional; y
elaborar un Estatuto de la Función Pública Docente; garantizar la escolarización
equitativa de alumnos con dificultades (como inmigrantes) en todos los centros
sostenidos con fondos públicos.
San Segundo insistió en la conferencia en la importancia de abrir el debate a
toda la comunidad educativa, y en especial de los profesores, los centros, los
alumnos, las familias y los agentes sociales. Para propiciar ese debate, el
Ministerio ha habilitado una página web (www.debateeducativo.mec.es) para que
cualquier ciudadano pueda consultar el documento opinar sobre el mismo y
participar en los foros de debate que se van a organizar.