Revista
Consumer,
nº
69
Septiembre
2003.
Seguridad
en
los
centros
escolares:
analizados
208
en
todo
el
país
Dos
de
cada
tres
colegios
y
escuelas
suspenden
en
seguridad
Sólo
el
32%
de
los
centros
visitados
superan
todos
los
bloques
del
examen.
Si resulta importante que cualquier recinto o edificio que acoge a personas resulte seguro y cumpla estrictamente con las medidas y normativas de seguridad que le son aplicables, la especial vulnerabilidad de los niños convierte a los colegios en un tipo de centro en que la seguridad se convierte en indispensable. Cada año, siempre en más ocasiones de las deseables, se difunden noticias de accidentes en centros docentes con resultados más o menos graves. Y aunque los sucesos dramáticos son poco frecuentes, menos ajenos resultan para muchos padres los pequeños percances que los hijos sufren cada año en el colegio: golpes y contusiones, caídas, torceduras.
Pero,
¿son
siempre
estos
accidentes
debidos
a
las
travesuras
de
los
niños
y
al
carácter
poco
prevenido
de
los
más
pequeños?
O,
dicho
de
otro
modo,
¿adoptan
los
centros
escolares
las
precauciones
necesarias
para
minimizar
en
lo
posible
el
riesgo
de
accidente
de
los
niños?
En
definitiva,
nos
preguntamos,
al
igual
que
muchos
padres,
si
los
colegios
que
cada
día
reciben
a
nuestros
hijos
son
suficientemente
seguros.
Para
responder
a
esta
cuestión,
CONSUMER
ha
elaborado
un
informe
que
ha
analizado
la
seguridad
de
208
centros
escolares
de
infantil,
primaria
y
secundaria
(120
públicos,
73
privados
concertados
y
15
privados)
en
las
ciudades
y
localidades
cercanas
de
Madrid,
Barcelona,
Málaga,
Valencia,
A
Coruña,
Bilbao,
Alicante,
San
Sebastián,
Vitoria,
Almería,
Pamplona,
Oviedo
y
Murcia,
mediante
una
visita
in
situ
y
la
cumplimentación
de
un
cuestionario
individualizado.
Como
paso
previo,
se
estudió
la
legislación
vigente
en
materia
de
seguridad
(Real
Decreto
2177/1996,
de
4
de
octubre
referente
a
las
“Condiciones
de
protección
contra
los
incendios
en
los
edificios”
y
otras
normativas),
de
aplicación
a
los
centros
escolares,
y
se
establecieron,
con
la
asesoría
de
expertos
en
seguridad,
las
variables
a
estudiar.
Las
visitas
las
realizaron
a
principios
de
julio
técnicos
de
CONSUMER,
identificados
como
tales,
acompañados
por
un
empleado
-propuesto
por
cada
centro-
que
facilitó
el
acceso
a
todas
las
zonas
del
centro:
patio,
cocina,
comedor,
gimnasio,
aulas...
El informe se divide en dos apartados: por un lado, la situación de las instalaciones (patios exteriores y zonas de asueto y deporte, clases, aseos, gimnasios, comedores, cocinas, etc.) del centro y, por otra, la prevención: sistemas de prevención, simulacros de incendio o catástrofe, procedimientos y protocolos de actuación en caso de siniestro, planes de formación de alumnos, profesores y personal no docente, etc. Durante la visita, los técnicos de esta revista fijaron su atención especialmente en la seguridad frente a una hipotética evacuación del edificio y los peligros para la integridad física de los alumnos dentro del edificio y en el entorno perteneciente al centro escolar.
Conclusiones
desalentadoras
El
informe
revela,
al
igual
que
otros
estudios
publicados
por
esta
revista,
que
en
nuestro
país
la
seguridad
sigue
sin
consolidarse
como
elemento
social
prioritario,
a
pesar
de
que
en
buena
parte
el
grado
de
desarrollo
económico
y
de
bienestar
social
de
una
comunidad
se
mide
precisamente
por
lo
que
invierte
en
seguridad,
que
no
es
otra
cosa
que
un
garante
de
la
calidad
de
vida.
Veamos
los
datos:
el
68%
de
los
más
de
doscientos
centros
escolares
estudiados
presentan
deficiencias
de
seguridad
de
calado
suficiente
como
para
suspender
el
examen
de
CONSUMER.
Y
si
bien
los
centros
privados
concertados
quedan
algo
mejor
que
los
públicos,
las
diferencias
en
función
de
la
titularidad
del
centro
y
de
otras
variables
(tamaño,
niveles
educativos,
capital-otras
localidades)
son
poco
relevantes.
La
nota
media
de
los
bloques
de
seguridad
dentro
(aulas,
aseos,
gimnasio,
cocina…)
y
fuera
de
los
recintos
docentes
(estado
del
patio,
de
canastas
y
porterías...)
no
ha
superado
de
media
el
“regular”.
El
31%
de
los
centros
suspenden
el
apartado
de
la
seguridad
dentro
de
los
recintos
docentes,
mientras
que
el
21%
hacen
lo
propio
con
la
seguridad
de
las
instalaciones
de
fuera.
Y
los
otros
dos
bloques
-relacionados
con
planes
de
emergencia
y
sistemas
de
seguridad-
han
obtenido
un
“muy
mal”,
lo
que
no
es
de
extrañar:
tanto
en
adiestramiento
y
formación
de
las
personas
que
trabajan
y
estudian
en
el
centro
como
en
lo
relativo
a
la
precaución
contra
incendios,
suspenden
más
de
la
mitad
de
los
centros
visitados.
Las
principales
asignaturas
pendientes
de
los
centros
escolares
españoles
son
la
inexistencia
de
sistemas
de
detección
de
incendios
(suspende
el
72%
de
los
colegios)
y
de
protocolos
escritos
de
actuación
conocidos
por
los
alumnos
para
saber
cómo
actuar
en
caso
de
emergencia
(suspende
el
64%)
y
el
escaso
hábito
de
realización
de
simulacros
de
evacuación
del
centro
por
una
emergencia
(suspenden
el
43%
de
los
centros
del
informe).
Otra
constatación
relevante
es
que
en
todos
los
apartados
estudiados
hay
muchos
colegios
(e
incluso
los
analizados
en
toda
una
provincia)
que
cumplen
escrupulosamente
con
lo
que
la
norma
exige
y
con
todas
las
exigencias
del
estudio
de
CONSUMER,
de
lo
que
cabe
deducir
que
es
perfectamente
viable
ofrecer
a
los
alumnos
un
alto
grado
de
seguridad
en
los
centros
escolares.
Siempre
quedarán
resquicios
por
lo
que
puede
“colarse”
un
accidente,
en
la
medida
en
que
estos
son
a
veces
imprevisibles
o
difícilmente
atajables,
pero
se
antoja
imprescindible
la
implicación
de
los
gestores
del
centro
escolar
y
de
toda
la
plantilla
profesional
de
quienes
en
ellos
trabajan,
así
como
la
buena
disposición
del
alumnado.
Uno
de
cada
cinco,
sin
planes
de
emergencia
Otras
cuestiones
manifiestamente
mejorables
son
las
ventanas
con
rejas
de
las
aulas,
que
se
han
de
abrir
desde
dentro
para
poder
salir
(suspende
el
73%
de
los
colegios);
las
salidas
de
las
aulas,
que
para
facilitar
las
evacuaciones
no
se
deben
encontrar
unas
enfrente
de
las
otras
(suspenden
el
28%);
las
tomas
de
agua
para
casos
de
incendio
(suspende
el
56%
de
los
centros,
por
disponer
de
pocas
o
ninguna)
y
los
indicadores
de
dirección
de
las
salidas
de
emergencia
en
los
recintos
cerrados
(suspenden
el
38%).
Pero
lo
más
sorprendente
es
que
uno
de
cada
cinco
colegios
(el
21%)
reconozca
al
cumplimentar
el
cuestionario
de
CONSUMER
que
no
cuenta
siquiera
con
un
plan
de
seguridad,
evacuación
o
emergencia.
Y
causa
desconcierto
porque
la
normativa
vigente
dice:
“se
hace
necesario
en
todos
los
centros
escolares
elaborar
un
Plan
de
Emergencia
y
Evacuación.
Este
Plan
consiste
en
un
conjunto
de
acciones
preparadas
de
antemano,
en
las
que
se
establezca
claramente
cuándo,
cómo,
dónde,
quién
y
qué
ha
de
hacerse
ante
una
situación
de
alarma,
en
relación
con
la
gravedad
de
la
emergencia
y
con
los
medios
con
que
se
cuenta”.
En
los
colegios
estudiados
en
Alicante,
el
57%
no
habían
redactado
este
plan
de
emergencia
y
en
A
Coruña
y
Navarra
eran
el
43%.
Sin
embargo,
todos
los
centros
estudiados
en
Guipúzcoa
lo
tenían
elaborado.
Y
en
Barcelona,
Vizcaya
y
Almería
los
que
no
contaban
con
él
eran
menos
del
10%
de
los
analizados.
También
llama
la
atención
que,
dentro
de
los
recintos
cerrados
de
los
centros
escolares,
las
mayores
deficiencias
se
registren
en
las
instalaciones
de
cocina:
la
nota
media
es
“muy
mal”
y
suspenden
el
37%
de
los
colegios
que
contaban
con
cocina.
El
12%,
incumpliendo
la
normativa
de
protección
contra
incendios,
no
la
tiene
instalada
en
la
planta
baja
del
edificio.
En
Valencia,
Álava
y
Almería
eran
en
torno
al
20%,
pero
en
Oviedo,
Barcelona,
A
Coruña,
Navarra
y
Murcia,
ningún
centro
visitado
incumplía
este
precepto
básico
de
seguridad.
Además,
en
casi
el
30%
de
los
centros
que
cuentan
con
cocina,
ésta
no
posee
dos
salidas,
y
una
de
ellas
-como
mínimo-
al
exterior,
a
lo
que
también
obliga
la
legislación
de
prevención
de
incendios.
La
peor
situación
al
respecto
se
detectó
en
los
colegios
visitados
en
Vizcaya
(67%
de
incumplimiento),
Murcia
(50%)
y
Madrid
(39%),
y
la
mejor
(con
todas
las
cocinas
con
las
dos
salidas
obligatorias)
en
Alicante,
Navarra,
Oviedo
y
Almería.
Lo
mejor
Aunque
en
ningún
apartado
el
aprobado
es
general,
los
resultados
del
informe
hablan
bien
de
la
situación
y
de
las
medidas
adoptadas
por
los
centros
en
algunas
cuestiones.
Por
ejemplo,
el
apartado
referente
a
la
existencia
de
zonas
y
objetos
peligrosos
tanto
en
el
patio
como
en
otros
espacios
donde
no
se
imparten
asignaturas,
así
como
en
el
interior
de
las
aulas
y,
en
general,
en
los
recintos
escolares
cerrados
(como
aseos,
gimnasios
y
comedores)
ha
logrado
una
buena
calificación.
En
el
lado
opuesto
se
sitúa
el
resultado
de
uno
de
los
motivos
más
frecuentes
de
accidentes
graves
en
centros
escolares:
la
mala
sujeción
al
suelo
de
porterías,
canastas
y
otros
equipamientos
deportivos.
El
informe
de
CONSUMER
ha
revelado
que
todavía
en
el
14%
de
los
colegios
esta
sujeción
no
era
suficientemente
segura.
En
cuanto
a
la
prevención,
una
variable
con
buena
nota
es
la
de
la
existencia
de
botiquín
o
sala
de
enfermería
(se
ha
tenido
en
cuenta
la
presencia
de
un
profesional
titulado
en
primeros
auxilios,
enfermería
o
medicina);
sólo
han
suspendido
este
apartado
el
15%
de
los
centros
escolares
estudiados.
También
han
sido
buenos
los
resultados
en
el
porcentaje
de
trabajadores
del
centro
escolar
involucrados
en
el
plan
de
emergencia,
ya
que
sólo
el
12%
de
los
colegios
suspenden
el
examen
de
CONSUMER.
Por
último,
es
al
menos
aceptable
la
situación
respecto
del
despliegue
de
extintores
de
incendios
y
su
estado
de
uso:
sólo
suspenden
el
11%
de
los
centros
visitados.
Pocas
diferencias
por
tipos
de
centro
escolar
Los
privados
concertados,
según
este
informe,
resultan
algo
más
seguros
que
los
públicos,
si
bien
las
diferencias
no
son
muy
significativas.
Mientras
el
26%
de
los
públicos
tenían
puertas
de
aulas
enfrentadas,
en
los
privados
concertados
sólo
eran
el
16%
y
cuando
en
el
16%
de
los
centros
de
titularidad
pública
se
hallaron
zonas
peligrosas
en
el
patio
escolar,
sólo
se
hizo
lo
propio
en
el
7%
de
los
centros
concertados.
Además,
en
general
y
si
bien
por
poco,
los
riesgos
detectados
en
los
centros
públicos
revisten
algo
mayor
gravedad
que
en
los
concertados.
Y
a
pesar
de
ser
similar
el
porcentaje
de
centros
que
tienen
extintores,
(un
87%
de
los
públicos
los
tienen
en
perfecto
estado
y
un
93%
de
los
concertados),
sólo
78%
de
los
públicos
ha
elaborado
un
plan
de
evacuación
mientras
que
en
los
concertados
la
proporción
llega
hasta
el
87%.
Por
otro
lado,
si
se
cotejan
los
datos
surgidos
en
los
centros
escolares
ubicados
en
la
capital
con
los
que
lo
están
en
otras
localidades,
las
diferencias
distan
mucho
de
ser
significativas,
y
lo
propio
ocurre
si
se
comparan
los
centros
preferentemente
dedicados
a
los
diversos
niveles
educativos
incluidos
en
este
informe:
infantil,
primaria
y
secundaria.
En
General...
Casi
siete
de
cada
diez
colegios
logran
superar
el
bloque
de
seguridad
fuera
de
los
recintos
cerrados
del
colegio
(destacan
positivamente
Murcia,
Alicante,
A
Coruña
y
Almería,
donde
la
nota
media
es
de
sobresaliente)
y
la
proporción
se
acerca
a
ocho
de
cada
diez
en
la
seguridad
dentro
del
recinto,
aunque
la
enorme
disparidad
de
calificaciones
entre
unos
y
otros
colegios
origine
que
ambos
bloques
no
pasen
del
“regular”.
Los
resultados
de
los
otros
dos
bloques,
ambos
relacionados
con
los
sistemas
de
prevención,
han
sido
significativamente
peores,
porque
más
de
la
mitad
de
los
centros
estudiados
los
suspenden.
Por
ello,
si
bien
en
los
primeros
dos
bloques
los
resultados
de
muchos
centros
han
sido
positivos,
el
no
mantener
la
misma
línea
en
los
dos
restantes
ha
originado
que
tan
sólo
un
porcentaje
ligeramente
superior
al
30%
logra
superar
el
examen
global
de
CONSUMER.
20
datos
preocupantes
sobre
seguridad
en
los
centros
escolares
1)
En
el
15%
de
los
colegios
se
observaron
en
el
patio
objetos
que
entrañaban
peligro
(canalones
en
mal
estado,
bancos
de
madera
rotos
o
astillados,
columpios
rotos
u
oxidados
con
peligro
de
corte,
ladrillos
y
cristales
rotos,
alcantarillado
sin
rejilla
y
de
una
profundidad
superior
a
un
palmo)
para
los
niños.
La
mejor
situación:
en
los
visitados
en
A
Coruña.
2)
En
el
16%,
zonas
peligrosas
(alturas
sin
protección,
escaleras
sin
barandilla)
en
el
exterior
de
las
instalaciones
docentes.
La
mejor
situación,
en
A
Coruña,
Alicante
y
Murcia.
3)
Grado
de
sujeción
al
suelo
de
porterías,
canastas
y
otros
equipamientos
deportivos:
suspenden
(contrapesos
insuficientes
o
en
mal
estado
que
no
impiden
el
posible
vencimiento
de
la
estructura,
hierros
de
sujeción
rotos)
el
14%
de
los
colegios.
La
mejor
situación,
en
los
de
Alicante,
Murcia
y
Madrid.
4)
Objetos
peligrosos
(enchufes
deteriorados,
cables
sueltos,
techos
levantados,
percheros
metálicos
doblados
y
rotos
por
sus
extremos
en
forma
de
punta,
cristales
de
las
puertas
rotos)
en
las
aulas:
suspenden
el
5%.
La
mejor
situación,
en
Madrid,
Málaga,
Barcelona,
Guipúzcoa,
Murcia
y
Alicante.
5)
Más
del
70%
de
los
centros
que
tenían
rejas
en
las
ventanas
no
contaban
con
dispositivo
para
abrirlas
desde
dentro.
La
mejor
situación,
en
Murcia.
6)
Puertas
de
aulas
enfrentadas
con
puertas
de
otras
aulas:
se
detectaron
en
el
21%
de
los
centros
escolares.
La
mejor
situación,
en
los
de
Málaga.
7)
Zonas
peligrosas
(peldaños
no
fijos,
escaleras
sin
barandilla,
zonas
de
acceso
libre
a
tejados
sin
protección,
zonas
de
acceso
resbaladizas)
dentro
del
recinto
escolar,
se
vieron
en
el
11%
de
lo
centros.
La
mejor
situación,
en
Málaga,
Álava,
Almería,
Oviedo,
A
Coruña
y
Alicante.
8)
Objetos
peligrosos
en
los
aseos
(calderas
eléctricas
deterioradas
y
accesibles,
baldosa
rotas
en
el
suelo,
portarrollos
metálicos
rotos,
techos
levantados,
colgadores
metálicos
en
punta)
en
el
6%
de
los
centros.
La
mejor
situación,
en
Álava,
Almería,
Navarra,
A
Coruña,
Murcia,
Alicante.
9)
Objetos
peligrosos
en
el
gimnasio
(espalderas
rotas,
puertas
de
acceso
de
sólo
un
metro
de
altura,
espejo
rotos
y
columnas
no
acolchadas
en
zonas
de
deporte),
en
el
12%
de
los
centros.
La
mejor
situación,
en
los
visitados
en
Almería,
Oviedo,
Málaga,
A
Coruña,
Madrid,
Murcia.
10)
Cocinas
no
situadas
en
la
planta
baja
del
edificio:
el
12%
de
los
centros.
La
mejor
situación,
en
Murcia,
Navarra,
A
Coruña,
Barcelona
y
Oviedo.
11)
Cocinas
que
no
cuentan
con
dos
salidas,
y
al
menos
una
de
ellas
al
exterior:
el
29%
de
los
que
disponen
de
cocina.
La
mejor
situación,
en
las
de
Alicante,
Navarra,
Oviedo
y
Almería.
12)
Plan
de
Seguridad,
evacuación
o
emergencia:
el
21%
de
los
centros
no
lo
ha
redactado.
La
mejor
situación,
en
Guipúzcoa.
13)
El
10%
de
los
centros
no
tienen
involucrada
en
el
plan
de
emergencia
a
la
práctica
totalidad
de
las
personas
que
trabajan
en
él.
La
mejor
situación,
en
Málaga,
Oviedo,
Barcelona,
A
Coruña
y
Alicante.
14)
Simulacros
de
incendio
u
otras
situaciones
de
emergencia:
el
37%
de
los
centros
no
los
realizan.
La
mejor
situación,
en
Guipúzcoa.
15)
El
65%
de
los
centros
no
pone
a
disposición
de
los
alumnos
información
escrita
sobre
cómo
actuar
en
caso
de
emergencia.
La
mejor
situación,
en
Alicante.
16)
Inexistencia
o
escaso
despliegue
de
extintores,
en
el
8%
de
los
centros.
La
mejor
situación,
en
Álava
y
Barcelona.
En
algunos
centros,
los
extintores
se
encontraban
en
mal
estado
de
mantenimiento
(han
de
tener
precinto,
estar
revisados,
y
mantener
una
presión
adecuada
para
su
correcto
funcionamiento).
17)
Tomas
de
agua
para
combatir
un
posible
incendio:
no
las
había
visibles
en
el
56%
de
los
centros
escolares.
La
mejor
situación,
en
los
visitados
en
Málaga.
18)
Faltan
sistemas
de
luces
de
emergencia
en
el
17%
de
los
colegios.
La
mejor
situación,
en
A
Coruña,
Oviedo,
Álava
y
Navarra.
19)
No
están
dotados
de
sistemas
de
detección
de
incendios
el
62%
de
los
centros.
La
mejor
situación,
en
Álava
(carecen
de
ellos
sólo
el
33%
de
los
estudiados).
20)
No
hay
carteles
de
salida
de
emergencia
en
el
33%
de
los
centros.
La
mejor
situación,
en
Guipúzcoa
(carecen
de
ellos
sólo
el
13%
de
los
visitados).
|
*Se
ha
analizado
la
presencia
de
objetos
peligrosos
en
el
patio,
de
zonas
peligrosas
en
las
zonas
exteriores
de
los
centros;
si
porterías,
canastas
u
otros
elementos
entrañaban
algún
tipo
de
peligro;
si
pasa
alguna
línea
de
alta
tensión
por
el
colegio
o
sus
cercanías,
además
de
si
las
porterías,
canastas
u
otros
se
encontraban
convenientemente
sujetas
al
suelo.
**
Se
ha
estudiado
si
había
objetos
que
pudieran
entrañar
peligros,
si
las
clases
estaban
enfrentadas
en
los
pasillos
(no
es
lo
más
conveniente
en
para
las
evacuaciones),
además
de
si
las
ventanas
que
disponen
de
rejas
son
practicables
desde
dentro
para
facilitar
la
evacuación
por
ellas.
Asimismo,
se
ha
estudiado
la
presencia
de
peligros
en
los
recintos
cerrados
del
colegio
en
general,
y
en
particular
en
los
aseos,
el
gimnasio,
el
comedor
y
la
cocina.
En
los
centros
con
cocina
se
ha
observado
si
está
ubicada
en
la
planta
baja
y
si
cuenta
con
dos
puertas
(una
de
ellas
al
exterior)
con
una
anchura
mínima
de
1,20
metros,
requisitos
éstos
últimos
obligatorios.
***
Se
ha
comprobado
si
el
colegio
dispone
de
un
plan
de
seguridad,
de
evacuación
o
de
emergencia;
qué
trabajadores
están
involucrados
en
ese
plan;
si
se
hacen
simulacros
y
su
periodicidad;
si
los
alumnos
tienen
información
escrita
acerca
del
protocolo
de
actuación
en
caso
de
emergencia
y
si
el
centro
cuenta
con
botiquín
o
sala
de
enfermería
atendido
por
una
persona
con
la
titulación
apropiada.
**** Se ha observado la presencia de extintores y su estado; si había tomas de agua y en número suficiente; la presencia de luces de emergencia en recintos cerrados, de sistemas de detección de incendios y de carteles indicadores de dirección de las salidas de emergencia en los recintos cerrados.