ABC,
lunes,
23
de
junio
2003,
Sociedad-educación
La signatura de Religión no tiene «ni un solo atisbo de inconstitucionalidad».
ABC
El
secretario
de
Estado
de
Educación
asegura
que
es
«coherente»
que
el
área
de
Sociedad,
Cultura
y
Religión
en
su
versión
confesional
y
laica
sea
evaluable
TOLEDO.
El
secretario
de
Estado
de
Educación
y
Universidades,
Julio
Iglesias
de
Ussel,
terció
ayer
en
el
debate
suscitado
con
la
decisión
del
Gobierno
de
que
la
Religión
se
equipare
al
resto
de
las
asignaturas
y
sea
computable
en
el
expediente
de
los
alumnos.
Iglesias
de
Ussel,
que
presenció
la
procesión
del
Corpus
Christi
en
Toledo,
explicó
tras
el
acto
religioso
que
«no
hay
un
solo
atisbo
de
inconstitucionalidad»
en
la
decisión
de
considerar
la
Religión
como
el
resto
de
asignaturas
para
la
promoción
de
los
alumnos
y
añadió
que
no
conlleva
«imposición
religiosa»
alguna,
porque
se
puede
escoger
la
versión
no
confesional
de
esta
asignatura.
Iglesias
aseguró
que
con
esta
decisión
se
ha
tratado
de
«dar
coherencia»
al
sistema
educativo
y
recordó
que
«no
hay
ninguna
confesionalidad
en
la
parte
no
confesional
de
esta
enseñanza»,
donde
se
impartirán
conocimientos
relativos
al
conjunto
de
las
religiones,
mitos
e
historia
de
la
religión,
entre
otras
cuestiones.
Amplio
debate
Para
el
secretario
de
Estado,
se
trata
de
que
la
formación
religiosa
«sea
seria
y
rigurosa».
En
este
sentido,
destacó
que
el
único
cambio
que
se
ha
introducido
es
que
«el
conjunto
de
todas
las
asignaturas,
incluida
la
Religión,
afecta
a
la
promoción
del
alumno»,
si
bien
no
contará
a
la
hora
de
recibir
una
beca.
Iglesias
de
Ussel
defendió
que
el
debate
de
las
leyes
educativas
«ha
sido
enormemente
amplio
y
participativo»
y
todo
el
mundo
ha
tenido
oportunidad
de
expresar
sus
opiniones
sobre
una
decisión
«absolutamente
conveniente
para
la
formación
de
los
jóvenes»,
por
lo
que
todo
lo
demás
«son
polémicas
colaterales
que
no
tienen
ningún
sentido».
Reiteró
que,
en
materia
educativa,
el
Estado
es
quien
tiene
la
competencia
normativa
«y
estamos
ejerciendo
estas
competencias».
Además,
dijo
que
la
conveniencia
de
que
la
Religión
tuviera
el
mismo
rango
que
el
resto
de
las
asignaturas
fue
subrayada
no
sólo
por
el
Consejo
de
Estado,
sino
también
el
Consejo
Escolar
del
Estado.
«Lo
contrario
-subrayó-
sería
metafísicamente
un
error».
Por
otro
lado,
el
secretario
de
Estado
aseguró
que
el
Ministerio
de
Educación
«no
va
a
controlar
nada»
en
lo
que
se
refiere
al
profesorado
de
la
enseñanza
religiosa
en
su
versión
no
confesional,
que
seguirá
regulado
por
los
cauces
normales
establecidos
en
las
Comunidades
Autónomas,
que
son
competentes
en
este
ámbito
concreto.
Otras
confesiones
Por el contrario, representantes de otras confesiones se han mostrado en contra de la decisión del Gobierno. Así, el secretario general de la Federación de Comunidades Judías de España, Jacobo Israel, ha declarado a Servimedia que la asignatura de Religión Católica "debe estar absolutamente fuera de la evaluación». La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas (Ferere) ha mostrado asimismo su opinión. Apoya su rechazo en que la escuela pública debe ser «neutra» en cuanto al contenido estrictamente religioso y, por tanto, la Religión en su aspecto confesional «no debería estar entre las enseñanzas obligatorias".