Unión Sindical Independiente de Trabajadores
Empleados Públicos
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Madrid, 10 de octubre de 2017
Hace pocos días hemos sabido que con fechas 18, 19 y 20 de abril, la Dirección General de Recursos Humanos se reunió con las delegaciones diocesanas de Alcalá, Getafe y Madrid respectivamente, asistiendo en el mismo orden las DAT Este y Norte (día 18), Sur, Oeste y Este (día 19) y Capital, Oeste y Norte (día 20).
La reunión, según consta, era para un trabajo conjunto con las delegaciones, PARA CERRAR LA PROPUESTA CONJUNTA sobre las adjudicaciones de vacantes, junto a los Servicios de Inspección Educativa de las Direcciones de Área Territorial y los Servicios Centrales de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte.
Por supuesto, a las secciones sindicales representativas del profesorado de religión, no se les ha convocado de modo alguno; sólo se les envió un correo electrónico con lo que había decidido previamente RRHH y las DAT con las delegaciones diocesanas.
Por otro lado, nos ha llegado una información, del todo fiable, que nos dice que las agrupaciones de primaria y secundaria de distintos niveles educativos (distintas edades, temarios, inquietudes del alumnado, etc.), están pactadas con las delegaciones diocesanas en las mencionadas reuniones.
Hay otros que pretenden confundir, con dolo, esto es, con conocimiento y voluntad, negando que la clase de religión sea una simple pero verdadera asignatura, pretendiendo angelizarla. Tampoco desea que los profesores de religión seamos trabajadores, y cree que los compañeros de Religión nos tratamos como competidores, y que nuestra presencia en los colegios e institutos es un simple acuerdo social o político, siempre y cuando no nos guíe el Espíritu. ¡Dios mío, dónde estamos llegando!
¿Por qué las delegaciones nunca han informado de esas reuniones y de esos pactos contra natura? ¿Así defienden al profesorado de religión y a la asignatura? ¿Hay contrapartidas, cuáles son y a quién benefician? ¿Por qué no nos dejan hacer el trabajo que tenemos encomendado? ¿Por qué esa tutela como si fuéramos menores de edad o incapacitados? ¿Quién se la ha pedido?
Es obvio que cuando muchos de vosotros os dirigís a ellos, a las delegaciones, no saben qué decir o cómo actuar: "Eso decídselo a los sindicatos", os responden a muchos.
Todo esto nos recuerda a Pablo VI, que decía que «se debe admitir la función importante de los sindicatos: tienen por objeto la representación de las diversas categorías de trabajadores, su legítima colaboración en el progreso económico de la sociedad, el desarrollo del sentido de sus responsabilidades para la realización del bien común. Su acción no está, con todo, exenta de dificultades (…)».
Al parecer también en la Iglesia como en las finanzas hay inversores y hay especuladores. Están los ahorradores (inversores) que buscan un beneficio para colmar sus necesidades y la de los suyos, sustentando a la empresa en la que invierten; y están los tiburones (especuladores) que buscan obtener el rendimiento, con beneficios rápidos, y ven a las empresas y a los trabajadores sólo como medios para obtener provecho.
Todo esto con el beneplácito de varias organizaciones sindicales. Vergonzoso.