El
mundo islámico El mundo islámico está formado
por un complejo puzzle de pueblos y etnias. A pesar de sus diferencias de color,
lengua y costumbres, tienen un denominador común: el Islam. Islam deriva
del árabe Salam, paz. Por eso se dice que es una cultura y un modelo social
de paz, y no de enfrentamiento, como a menudo se presenta. Tiene el mismo origen
que el judaísmo y el cristianismo. Se trata de una religión revelada
que se entronca con la tradición del profeta Abraham, considerado el Patriarca
común de los pueblos semitas, es decir de judíos y árabes.
Además, el Islam reconoce a las Gentes del Libro (judíos y cristianos)
como próximas a los musulmanes. Los musulmanes de todo el mundo, ya
sean africanos, asiáticos, turcos, persas, árabes o europeos, están
unidos por la Sharía, o conjunto de normas y prescripciones islámicas.
También por la peregrinación a La Meca, los condicionamientos alimentarios,
la vestimenta, y hasta cierto tipo de ornamentación y de arquitectura. Les
une, además, el calendario islámico, que se rige por las fases de
la luna y comienza en el año de la Hégira, o exilio de Muhammad
a la ciudad de Medina, en 622 de nuestra Era. La lengua árabe es un
importante vehículo de transmisión entre los musulmanes. La consideran
sagrada por ser la lengua de la Revelación, y la emplean para orar. Hay
200 millones de arabófonos en el mundo. Pero, ¿sabías que
existen muchos otros idiomas que contienen arabismos? Entre ellos, el farsi de
Irán, el swahili de África oriental, el turco y el malayo. Como
ves, son muchas las cosas que unen a los musulmanes. Todos forman parte de la
misma comunidad de creyentes, o Umma. Una comunidad de más de mil millones
de personas repartidas por todo el mundo. La Umma tiene la obligación de
hacer frente a los problemas que afecten a cualquiera de sus miembros, aunque
en la práctica, esto no siempre es así. El Islam asegura que aquél
que permite que una sola persona de la comunidad pase hambre, no es un creyente.
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