1- El judaísmo laico

Una importante proporción del pueblo de Israel rechaza o es indiferente a la tradición religiosa; si se les pregunta por su actitud ante la religión, se declaran ateos, agnósticos o simplemente no practicantes.

El movimiento sionista se desarrolló, en un principio, entre estos sectores judíos ajenos a la religión. El mismo Estado de Israel, laico, constituye una excepción en Oriente Próximo, donde la norma son los Estados confesionales islámicos.

Israel tiene sus fiestas y monumentos laicos, como pueden ser el Día de la Conmemoración del Holocausto y el Museo de Yad Washem, en Jerusalén.