3.4. LA OCA Y LAS EDADES DE LA VIDA.
Con las teorías de Hipócrates, algunos han sugerido que
el juego de la Oca es una metáfora que representa la vida
humana. La metamorfosis del hombre tiene lugar cada 7 años, hasta
la 9ª metamorfosis, que supone el paso definitivo a otro modo de
ser. Incluso, hay quien ha concretado:
*-Un joven de 19 años se encuentra en un albergue, expuesto
a grandes tentaciones. Tiene que quedarse hasta que haya pagado su cuenta.
*-A los 26, empieza la edad adulta.
*-A los 31 años amenaza algún contratiempo y uno se puede
caer al pozo.
*-A los 42, uno le puede asaltar la confusión: el laberinto
espera. Se tiene que retroceder y empezar una nueva vida.
*-Si no, a los 52 uno se puede encontrar con graves problemas, como la
cárcel.
*-A los 53, uno se dispone a disfrutar de una vejez tranquila.
*-Por último, la mágica cifra de 63 simboliza la muerte.
El que llega a ella se ha ganado un lugar en el cielo.
ANA Y NURIA CRUZ, psicólogas del Instituto Aragonés
de la Ansiedad, consideran que el juego de la oca simboliza a la perfección
la trayectoria vital de una persona, las buenas y malas rachas, el avance
y retroceso. (
) Ana y Nuria Cruz proponen que cada casilla del juego
de la oca se considere un año de nuestra vida:
La oca. Hay ingredientes que alivian los sinsabores de la vida:
amistades, aficiones, pequeños placeres
Las ocas simbolizan
estos trocitos de felicidad que nos hacen avanzar.
Primer puente: 6 años. A esta edad comienza la escuela de
verdad. Hasta entonces éramos los reyes de la casa, pero en el
mundo real van a juzgarnos, a ponernos etiquetas, a calificar nuestros
deberes,
El niño a de forjar su autoestima para decir eso
de "puente a puente y tiro porque me lleva la corriente".
Segundo puente: 12 años. El inicio de la Secundaria pasará
sin problemas si hemos sido capaces de aceptarnos y hemos hechos amigos.
Si no ha sido así, la casilla cumplirá su función
y retrocederemos a la casilla 6.
La posada: 19 años. Un turno sin jugar. Empezamos la edad
adulta. Llega la Universidad, los primeros contactos con el mundo laboral,
la responsabilidad
A veces hay que esperar un turno sin tirar para
estar seguros de lo que queremos.
Primeros dados: 26 años. Salida al mundo laboral. En la
profesión que se elige pasaremos muchos años, en concreto
hasta la casilla 53. Ya se sabe: "De dados a dados y tiro porque
son cuadrados".
El pozo: 31 años. Esta casilla simboliza el matrimonio.
¿Se ha elegido la pareja adecuada? ¿Nos hemos casado con
quien debemos o con quien queremos? Si no hemos elegido bien, el jugador
permanecerá aquí hasta que caiga otro.
El laberinto: 42 años. Dos turnos sin jugar. En esta década
se hace balance de la vida y muchos se encuentran en un laberinto, perdidos.
Si no han elegido una profesión adecuada, si no han seguido su
camino porque se han dejado guiar por otros
entonces les costará
salir.
La cárcel: 52 años. Tres turnos sin jugar. En esta
década llegan muchas reflexiones y descubrimos si nuestra siembra
está dando frutos.
Segundos dados: 53 años. Regresa a la casilla 26. Si el
trabajo asfixia y nos impide ser felices, regresamos sobre nuestros pasos:
en realidad, es una oportunidad. ¿Por qué no iniciar otra
carrera laboral si aún se tiene energías para ello? La capacidad
de volver a empezar es clave para conseguir la felicidad.
La muerte: 58 años. En estos años fallecen nuestros
progenitores y nuestros mayores. Nosotros nos ponemos al frente, somos
los siguientes. Pero la casilla de la muerte nos devuelve al punto de
partida. En vez de afrontarla con pesimismo, hay que verla como un nuevo
comienzo.
Final: 63 años. Afrontar la jubilación con alegría
y rodeados de los nuestros. Si hemos jugado bien, podemos conseguirlo.
(En DAVID NAVARRO, "Buena suerte en la vida", Heraldo de Aragón,
Heraldo Domingo, nº 408, 26 de diciembre de 2010, páginas
8-9).
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