Entre los múltiples conflictos que

tiene abiertos la Iglesia Católica

con el actual Gobierno, sin duda

el más enconado y el que más enfrentamientos ha ocasionado,

ocasiona y previsiblemente ocasionará

es el de la clase de religión en la

escuela pública. No en vano,

alguien ha hablado ya de la «guerra

de la religión».

La permanencia de la asignatura de Religión, su mayor o menor consideración académica, o su exclusión de la enseñanza pública,

es el cuadrilátero donde se

empeñan modelos educativos y

deseos de poder por ambas partes.

A través de un amplio recorrido histórico, jurídico y laboral, se trata de mostrar las peculiaridades de las relaciones laborales y,

fundamentalmente, la situación crítica en la que se ven inmersos los profesores de religión, quienes,

en el ejercicio cotidiano de su profesión docente, sufren la connivencia de la Iglesia y el Gobierno de turno para mantener la situación de control o, como en la actualidad, se ven instrumentalizados como moneda de cambio y, en el mejor de los casos, convidados mudos. Para algunos son catequistas depredadores de conciencias, para otros «enviados», pero en cualquier caso, con cualesquiera de las posturas, trabajadores que buscan una legítima estabilidad en el empleo docente sin señalamientos o coacciones.

Desde esta obra se propone una seria y serena alternativa para superar la enconada situación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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