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EL GRAN FELÓN Y SUS FELONÍASMadrid, 14 de noviembre de 2018 Se conoce a Fernando VII como el «rey felón» por haber sido desleal y traicionero en sus relaciones personales y en relación con el Estado. Fue un gobernante hipócrita, vengativo, cruel, autoritario y desconfiado. En 1813, tras pactar su regreso a España como rey absoluto, comenzó a reclamar dinero a sus vasallos: «Si tengo un pueblo digno de mí, yo lo soy de él, que he nacido para reinar sobre los españoles». Es lo mismo, mutatis mutandis, que ocurre con el recién creado sindicato ASI, que propugna una honestidad vacua a diestra y siniestra. En un reciente escrito a los centros, entre otras cuestiones, dice que somos un tipo de sindicato: «(…) que de forma compulsiva, consideran que la única acción sindical positiva, es iniciar procedimientos judiciales. Sintiéndose siempre agraviados, desprotegidos, porque tienen que saciar su particular sed de justicia -rayana en la venganza- y son capaces de iniciar un proceso tras otro de continuas reclamaciones y denuncias hasta las últimas instancias. Sin plantearse la posibilidad de negociar, para alcanzar acuerdos». De ello es responsable su secretario general, el mayor «felón» de todo este colectivo, que incluso se ofrece para interponer demandas individuales que dependen de un conflicto colectivo que ha ganado USIT-EP (incremento del valor de los sexenios), buscando un voto cautivo. Veamos:
Pero, ¿qué ha hecho este individuo para dar lecciones de lo que hacen o no los demás? ¿Qué ha negociado él o su secuaz? En doce años que lleva en el Comité de Empresa no ha aportado nada, ni una sola iniciativa, ni una sola acción, porque solo le interesan las horas sindicales y porque en los últimos años no ha habido nada que negociar, solo imposiciones de la Administración. No ha firmado nada porque no ha sido nunca convocado, pero correría más que nadie y su firma sería la más grande. Jamás ha interpuesto una demanda colectiva, ni con las organizaciones que han tenido que sufrirle ni con la actual. Eso sí, se ha llenado los bolsillos con lo que ahora se queja, con las sentencias de trienios y sexenios ganadas por USIT-EP. ¡Caradura! Desde USIT-EP siempre valoramos las posibilidades de ir o no a las instancias judiciales, pero eso es, como no puede ser de otra manera, una prerrogativa de nuestra Comisión Ejecutiva y, en su caso, de los afiliados. Pero por la boca muere el pez, en este caso el «felón», pues como lo demuestran nuestros LOGROS, cuando ha habido cualquier resquicio hemos negociado. Nadie puede citar logro alguno y ni siquiera acercarse a nuestros frutos. Dice, con hiel y con veneno, que en USIT-EP nos sentimos:«Agraviados, desprotegidos, porque tienen que saciar su particular sed de justicia -rayana en la venganza-»(sic). Es evidente que el ladrón cree que todos son de su misma condición. Como contiene la medalla de san Benito y que se dirige al gran felón: ¡Vade retro Satana et ipse venena bibas!, es decir, ¡retrocede Satanás y bebe tú mismo el veneno!
USIT-EPPD. Cuando este individuo os da las GRACIAS es porque os piensa sacar algo… |