Gabriel Marcel.1889-1973

Nace en París en 1889. Profesor de filosofía en la Escuela Normal Superior, no se dedica a la enseñanza de forma regular. Tampoco sus obras son sistemáticas.

El pensamiento de G. Marcel pertenece al existencialismo, al que imprimió un carácter cristiano. Para él, lo religioso constituye una categoría fundamental de la existencia, que se nos revela precisamente a través de la experiencia religiosa: existir es esencialmente participar en el Ser. En él estamos inmersos, y sin él la vida no tendría sentido.

Para Marcel, otra categoría fundamental de la existencia es la relación humana. Pero la relación humana, la apertura al tú, la relación con el "otro", lleva necesariamente a la relación con Dios. El amor, la fidelidad y la esperanza son signos de la presencia del misterio de Dios en la vida.

Su pensamiento revaloriza la dimensión corporal del hombre, superando el dualismo propio de la filosofía griega y Descartes, el cuerpo es considerado como elemento esencial de la persona, aquello por lo que ésta se expresa y manifiesta. El cuerpo es mi modo de "ser-en-el mundo" y también mi modo de relacionarme con los demás (no me relaciono sino mediante el lenguaje y gestos corporales).

Ser encarnado es aparecerse como cuerpo, como este cuerpo, sin poder identificarse con él, sin poder tampoco distinguirse de él -siendo identificación y distinción operaciones correlativas la una de la otra, pero que sólo pueden ejercerse en la esfera de los objetos---. De este conjunto de reflexiones resulta claramente que no hay en rigor un reducto inteligible en el que yo pudiera establecerme fuera o más acá de mi cuerpo; la desencarnación es impracticable, está excluida por mi estructura misma.
G Marcel, Filosofía concreta, Revista de Occidente, Madrid 1959, p 30

 

 

 

 

 

Pero en el hombre no todo es expresión y manifestación: vive en el "misterio" y sólo desde él es posible comprenderlo

Un problema es algo que encuentro, que aparece íntegramente ante mí, y que por lo mismo puedo discernir y reducir, mientras que el misterio es algo en que yo mismo estoy comprometido y que, por consiguiente, sólo es pensable como una esfera en la cual la distinción de lo que está en mí pierde su significado y su valor inicial"
G. Marcel. "Ser y tener"

 

 

 

"Misterio" es para el hombre la existencia, el "ser" y Dios. Para acercarnos a él no basta el pensamiento lógico, sino dimensiones espirituales como la fidelidad, la esperanza y el amor.

A diferencia de otros existencialistas como Camus o Sastre, que no ven en la vida otra salida que la desesperación, Marcel da a la existencia una dimensión de esperanza: "La estructura del mundo en que vivimos permite, y en cierto modo casi aconseja, una desesperación absoluta; pero es en un mundo así donde puede surgir una esperanza invencible". "Espero que la muerte, arrancándome de mí mismo, me afirme en el ser"